9 buenas nuevas del periodismo

La buena nueva la extendieron los apóstoles cuando salieron a predicar las palabras de Jesús, dice el Nuevo Testamento. Eran tiempos recios para ejercer el catolicismo, tanto que casi todos ellos murieron de las peores formas por intentar contar su verdad. 

No son buenos los tiempos para el periodismo, ya lo sabemos, pero precisamente por eso es necesario reafirmar su necesidad en un mundo en el que la mentira en forma de paparruchas hace de las suyas y no solo por cuenta de políticos, sino también por la trivialización en que se asume el mundo actual. 

Si algo tiene el buen periodismo es saber tomar distancia y seguir cumpliendo su papel, así para muchos eso no sea lo más inteligente, pero es para algunos de nosotros lo más necesario. Alguien tiene que hacer el trabajo y asumir la vocación de hacerlo es razón suficiente para mostrar que periodista no es cualquiera. A esos apóstoles tampoco los tenían por muy inteligentes al hacerse matar por decir su verdad. El asunto es que hay muchas razones para seguir amando este oficio, aquí les daré 9 en este 9 de febrero, Día (tradicional) del Periodista en Colombia. 

1. Aprendizaje permanente.Empiezo por aquí, porque sigue siendo para mí la principal de las razones por las que vale la pena ejercer este oficio. Se aprende cada día en una entrevista, en la lectura de un documento, en el cubrimiento de un hecho o en la sala de redacción, esa escuela permanente. A esta asisto a diario en La Patriaa aprender de cada uno de mis compañeros, desde el practicante más novato hasta el más veterano de los periodistas. Y no tiene pierde.

2. Estás en el centro de la historia contando cuando esta sucede.Esto lo han dicho ya muchos otros de mil maneras, y es cierto. Ejercer este oficio es estar en lugar privilegiado para darse cuenta de los acontecimientos en el momento en que ocurren. Tanto es así que escribes tus noticias y solo con el tiempo eres consciente de que dejaste memoria para que otros narren el pasado. Esa es nuestra mayor responsabilidad.

3. En todo periodista hay un líder.No concibo un periodista que no ejerza el don del liderazgo. El líder necesita entrenarse para ejercer como tal y el periodista se entrena desde el momento mismo en que elige un tema para un cubrimiento. Todo en adelante son decisiones: a quién entrevista, qué de la reportería privilegiará para el enfoque de la nota, cuáles fuentes estarán en la parte principal, por qué aspecto titular la información. Todas estas decisiones ayudan a forjar su carácter y este no puede ser sino el de un líder capaz de tomar decisiones bajo la presión de la hora de cierre.

4. Acumulas acervo cultural.Cada conferencia escuchada, cada entrevista realizada, cada archivo consultado, cada libro leído, cada exposición apreciada, cada concierto disfrutado, cada evento cubierto, cada cosa que hace el periodista en función de su trabajo es acumulación de un acervo cultural que cualquier otro profesional quisiera tener. Muchos otros profesionales tienen este gustillo por el aprendizaje diverso, pero van por él en sus ratos libres. Para nosotros es la forma de ser más competentes en nuestro trabajo.

5. Conoces personas geniales todo el tiempo.Esto lo repite todo el tiempo la editora web de La Patria, Margaret Sánchez, y no puede tener más razón. Desde una mujer que se sacrifica todo el día por sacar adelante una comunidad hasta los más grandes científicos; desde los niños más vivaces que demuestran desde muy pronto que serán personajes dispuestos a cambiar el mundo hasta los ancianos que nos dan cátedra de cómo se enfrentaron a las adversidades en el momento más difícil; desde el tecnócrata más aplicado que solo entiende de estadística para ejecutar sus ideas hasta el más disparatado de los soñadores que quiere salvar el mundo con un verso. Solo por estas personas y todas las demás que se conoce en este viaje vale la pena el trabajo.

6. Haces fácil lo difícil.Este es el momento histórico en el que se ha extendido aquella manida frase de por qué hacerlo fácil si lo puedes complicar. Basta ver la jerga cientificista de ciertos profesionales que se hacen llamar humanistas y que solo logran la oscuridad en sus textos. En cambio el periodista va por el camino contrario, su misión es iluminar con la palabra, poder explicar con sencillez los fenómenos más complejos -eso sí que es complejo-, y es un esfuerzo diario que no siempre se alcanza, pero por el que se trabaja en cada instante. Hacerlo implica a veces ganarse el menosprecios de otros profesionales. No importa, sabemos que nuestra misión es construir el entendimiento, asunto no de poca monta en estos tiempos de confusión.

7. Ayudas a la gente.El periódico tiene que servir cada día para “lograr algo, así sea pequeño como un grano de mostaza”. Esta frase es de quien hizo de La Patriaun periódico importante, José Restrepo, su propietario por 40 años. Esta es una obligación de los periodistas. En este oficio he conocido colegas que miden sus triunfos en coberturas trascendentales, a otros que lo miden en funcionarios que han tumbado, a unos que se enorgullecen de sus chivas. También tantos más, a los que valoro, miden sus triunfos y se cuelgan las charreteras por cada gracias recibido: de aquella comunidad que logró que taparan el hueco de la vía que hacía estremecer sus casas; aquellos profesores que celebran que la escuela en donde estudian apenas un puñado de hijos de campesinos no se cerrara; esa mamá que agradece porque a su pequeña por fin lo atendieron; aquellos ciudadanos que celebran que se pudo conjurar un acto corrupto por una denuncia a tiempo; esas colectividades minoritarias que agradecen porque se les ha dado la voz, que antes les fue negada. El periodismo es servicio, y puede ser mucho más, pero nada será más gratificante que esto.

8. La autocrítica es un importante freno al ego.Aunque muchos no lo creen y tanto cínico y ególatra en esta profesión no ayuda mucho para cambiar esa mirada frente a los periodistas, la realidad es que nos tiramos muy duro. Claro que salen burlas cuando cometemos errores, ninguna otra profesión publica los suyos en prensa, radio, televisión e internet. A nadie le duele más un error y lo mortifica que a un periodista responsable, es el primero que sale a corregir, y muchas veces somos nosotros mismos los que nos flagelamos por errores que la comunidad ni se entera que pasan. Esa autocrítica es clave para contener el ego y para mejorar cada día en este difícil oficio que implica hacer un producto desde cero cada día. Ser conscientes de nuestras limitaciones es un freno importante para mantener los pies en la tierra.

9. Tienes la información, tienes el contrapoder.No es la información por el poder. No, es el verdadero poder de enfrentar a los otros, el contrapoder. La información nos da poder para la conversación, para entender mejor que otros lo que sucede, para defender la democracia en su sentido más amplio, para alejarnos de tantos prejuicios, algo vital en los tiempos que corren cuando vamos camino de vuelta al oscurantismo si nos descuidamos. Ese es el poder que interesa. Sí hay otra cantidad de cosas difíciles, pero hoy no quiero referirme a ellas, ya hay miles de periodistas renegando del oficio, no estoy de humor hoy para seguirles la corriente, y ese es otro poder, ir en contra de la manada, una decisión que dignifica.

Debes tener otras razones para seguir en este oficio, ¿cuáles son? Compártenosla.