Imitar los procesos naturales, otra opción para innovar

Adriana Osorio

NEGOCIOS|LA PATRIA

Inspirarse en los procesos de la naturaleza y adaptarlos a la solución de problemas públicos y empresariales. Este es el significado de Biomímesis que da Melina Ángel, al consultarle por esta metodología que pretende buscar una innovación sostenible en las organizaciones, imitando a la naturaleza.

Esta colombiana que se radicó en Canadá, tras haber estudiado Biología, se dedica a capacitar empresarios de Manizales y a integrantes de la Cámara de Comercio de la ciudad, que ya empezaron a crear una red, con el apoyo de la entidad y de la Universidad de Caldas. El objetivo es tener un nodo de la red de Colombia en Manizales.

Melina estuvo la semana pasada en la capital caldense para continuar la formación a empresarios y habló con NEGOCIOS para contar sobre la metodología en la que trabaja.

¿Qué es la Biomímesis?

La definición más conocida es inspirarse en la naturaleza para generar innovación sostenible, reconociendo que hay una genialidad en la vida que se ha creado durante millones de años. Son adaptaciones de los organismos a las condiciones del planeta, y nosotros tenemos que adaptarnos también. Por ejemplo, la cantidad de humedad o las precipitaciones de determinado lugar hacen que el suelo tenga determinado tejido en las raíces, que evita la erosión. Se puede aplicar acá en la zona montañosa, donde cortamos para levantar las ciudades y construir vías, pero finalmente hay un aguacero y se dan derrumbes. Entonces es cómo imitar a la naturaleza, pues en el bosque no hay derrumbe. Esto con el fin de generar una innovación que nos permite tener la carretera, pero sin el riesgo de que se dañe ante un aguacero.

¿Cómo establecer esas semejanzas de la naturaleza?

Hay dos maneras, que aunque parecen sencillas, no se tienen en cuenta. La primera es la observación directa, acercarnos a la naturaleza silenciando la mente. Ver cómo está el bosque entrelazado y por qué no tiene deslizamientos, por ejemplo. La segunda, es preguntarles a los biólogos por qué no hay erosión, y esto implica ser capaz de abrirse a conversaciones interdisciplinarias. Entonces uno como ingeniero y diseñador, que estudia el proyecto de hacer una carretera, debe abrirse y preguntarse cómo la naturaleza maneja el problema.

¿En el caso empresarial cuáles son las enseñanzas de la naturaleza?

Las organizaciones tienen un alto potencial de inspirarse en dos sentidos: una dentro de la entidad, y otro en el medio en el que se mueve la organización. No solo es mirar los ecosistemas, sino también cómo los flujos de materia y de energía son cíclicos. En la naturaleza no hay desechos, entonces la cuestión es cómo crear ecosistemas empresariales en los que los desechos y la energía se aprovechan, cómo cumplir con los vacíos que hay en estos ecosistemas. Por ejemplo, pensar si los desechos de otra empresa le sirven a la mía para generar electricidad, o alguien que me provea de agua y no necesito que sea limpia. Ese sistema de cooperación empresarial es lo que nosotros llamamos la coopetencia, porque también hay competencia, pero no es la relación básica entre los organismos. Un ecosistema biológico maduro tiene el 80% de relaciones simbióticas, relaciones de gana gana, lo mismo puede ser para un ambiente económico.

¿Por qué surge esta metodología?

Porque desde la Revolución Industrial creamos un sistema económico en el que queremos tener un crecimiento infinito, pero nos dimos cuenta de que el planeta es finito, estamos en el borde de los límites planetarios, no solo por el cambio climático, sino por la calidad de los recursos, la cantidad de enfermedades en los humanos, la desaparición de especies y las sequías extremas. El acto de conciencia más natural es reconocer que tenemos que actuar como lo han hecho los seres vivos durante millones de años. Si miramos, por ejemplo las células cooperativas que forman un organismo pluricelular, este es un proceso de hace 700 millones de años, tiempo de experiencia de cómo hacer cooperación. La otra ventaja de utilizar la naturaleza como fuente de inspiración es la eficacia energética, porque en la naturaleza los materiales y la energía no se desechan, cada fotón de luz es utilizado de la manera más efectiva.

¿En qué lugares del mundo se ha utilizado la biomímesis para innovar?

Un tren en Japón, tenía un problema de ruido cuando salía de los túneles porque adentro el aire es comprimido y cuando sale es como atravesar una pared, entonces hacía una explosión sonora. Los pueblos cercanos empezaron a quejarse porque había muchos problemas de salud, por tímpanos rotos. La empresa estaba obligada a mejorar esto y después de una investigación biomimética encontraron el Martín Pescador como mejor ejemplo para la solución. Esta ave está en su rama en el aire y quiere entrar en el agua, por lo que hay un cambio de densidad del medio, como ocurre con el tren, aunque al contrario. El Martín Pescador entra al agua sin hacer ondas porque su presa se le escapa. Lo hace de una manera tan perfecta que el pez no se entera y pueda comer. Entonces imitaron la cabeza y el pico del ave y disminuyeron el ruido en el 70%, además aumentaron la eficacia en el 15% y la velocidad el 10% sin proponérselo. Las soluciones de la naturaleza llevan consigo ventajas energéticas remarcables.

¿Cuál es la diferencia con otras disciplinas que también imitan la naturaleza?

La imitación de la naturaleza es una práctica milenaria, todos lo hacemos de alguna manera, la diferencia es que hemos creado una metodología para hacerlo de manera consciente. Hay gente que ha hecho la emulación de la naturaleza mediante la biónica y la bioinspiración, pero se ha concentrado mucho en inteligencia artificial y robótica, no se ha llegado a los aspectos más públicos, al desarrollo empresarial, o de tecnología, lo que implica sostenibilidad.

Las redes

En Estados Unidos hay 10 redes; en Europa, cuatro; en Asia, dos; en África, una, y en Latinoamérica hay seis redes: Colombia, Caribe, Brasil, Chile y dos grupos en México.

Melina Ángel

Es bióloga de la Universidad Nacional sede Bogotá. Su tesis de grado se basó en la coherencia de los niveles de organización de las células, que se desarrollan de manera evolutiva.

Luego de terminar su carrera emigró a Canadá, donde conoció el libro de Janín Venus, en el que encontró la parte práctica de su tesis teórica en la Nacional. "Es tener un pensamiento funcional de la naturaleza. Me conecté con ellos y empezamos a trabajar, luego me formé dos años en Biomímesis y empecé a formar la red de Colombia", dice Ángel.