El Paquete de Bali, un propósito para facilitar el comercio mundial

Nicolás Restrepo Escobar*
NEGOCIOS | LA PATRIA

Los 159 países que hacen parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se reunieron a finales del año pasado en la paradisíaca isla de Bali, en el Pacífico asiático. El objetivo de la cita era definir una agenda para destrabar las negociaciones de Doha, que llevan 12 años sin alcanzar un acuerdo, y concertar lo que se denominó el Paquete de Bali, en el que se tomó una serie de decisiones para impulsar el comercio mundial, entre las cuales un capítulo específico de medidas para facilitar el comercio entre todos los países. En esa reunión, también se aceptó el ingreso de Yemen como miembro número 160 de la organización.

Los compromisos de facilitación, sin embargo, solo son inmediatos para los países desarrollados, el resto, es decir los países en vía de desarrollo, tienen plazos diferentes que cada cual define evaluando la complejidad de implementarlos, y según el tiempo que estime que tardará para alcanzarlos, debe clasificarlos en categorías A, B o C.

En A debe estar lo que tiene listo para empezar a funcionar, en B lo que necesite cierto tiempo para arrancar, y en C lo más complicado y para lo que requieran asistencia técnica, además de ayudas económicas para cumplirlo.

Para finales de este mes se espera que el Consejo General de la OMC adopte el protocolo de facilitación acordado, y a partir de ese momento cada país tendrá un año de plazo para notificar en qué condiciones lo acepta, es decir en qué categoría clasifica las obligaciones a que se compromete. Una vez que las dos terceras partes de los miembros de la Organización lo ratifiquen, entrará en vigor.

Negociaciones
Se estima, según cifras que expone el brasilero Roberto Azevedo, director general de la OMC, que los acuerdos de facilitación le pueden generar hasta un billón de dólares adicionales a la economía mundial y 21 millones de nuevos empleos, la mayoría en los países menos desarrollados.

Para Azevedo, también hay buenas posibilidades de que se avance nuevamente sobre la agenda de Doha, aunque es cauto en comprometerse con fechas y cifra su positivismo en que percibe voluntad política y experiencia de los intentos anteriores, por lo que cree que si existen ganas se puede llegar un acuerdo en forma relativamente rápida.

Gabriel Duque, embajador de Colombia ante la OMC, también se muestra cauteloso frente al reinicio de las negociaciones de Doha: “llevamos desde el 2001 tratando de sacar adelante esta ronda, el problema es que desde que se lanzó el mundo ha cambiado mucho, los agentes económicos protagonistas son diferentes, y unos objetivos que se plantearon inicialmente siguen siendo validos, pero el curso de las negociaciones está generando dificultades en su cierre. La ronda casi termina en el 2008. Se hizo un intento nuevo en el  2011 y no funcionó. En esta ronda logramos el Acuerdo de Facilitación, y esperamos que este buen ambiente genere el espacio para lograr lo que nos propusimos en Bali, un programa de trabajo que esté listo a finales de este año para ver cómo cerramos Doha”.

Para Duque, el interés primordial de Colombia de cara a las negociaciones de Doha está en la agricultura, y allí centra sus mayores esfuerzos, pues para él es en ese escenario multinacional en el que se pueden resolver las distorsiones que causan los subsidios en el agro. “El único lugar en donde vamos a poder hacer un discernimiento de las ayudas internas y eliminar completamente los subsidios a las exportaciones agrícolas es si todos estamos sentados discutiendo juntos”.

“Colombia está lista en un 98%”
Para el embajador de Colombia ante la OMC, Gabriel Duque, el país cumple con casi la totalidad, en forma inmediata, de los compromisos del Acuerdo de Facilitación de comercio acordado en Bali, adelantándose en más de un año al plazo acordado: “Colombia es de los países más juiciosos, como siempre lo ha sido. Hicimos primero una evaluación de qué era lo que necesitábamos para cumplir ese acuerdo el año pasado, que nos ayudó en las negociaciones y este año, una vez culminados los textos, los revisamos, eso es un proceso interno dentro del gobierno, que hablamos con el sector privado. Hicimos nuestra notificación a principios de junio pasado. De modo que nosotros vamos a comprometernos a implementar el acuerdo cuando entre en vigencia en casi su totalidad, salvo en dos puntos, de modo que estamos muy al día”.
Agregó: “Mirando las obligaciones, específicamente las podemos cumplir en el 98% inmediatamente, y como uno tiene que decir en qué categoría los pone, si en categoría A, B o C, nosotros notificamos que estábamos poniendo en categoría A todo, salvo los temas que tienen que ver con perecederos, para los cuales vamos a pedir un tiempo”.

La disputa Colombia - Panamá
Sobre el caso abierto con Panamá por el ingreso de calzado y textiles en forma aparentemente irregular a Colombia, el embajador Duque dijo: “En esta organización que tiene esta gran ventaja, si cualquier país siente que otro está incumpliendo lo acordado tiene la posibilidad de llamarlo a consultas, y si las consultas no funcionan se activa un mecanismo de solución de controversias, entonces las dos partes tratan de elegir unos árbitros. En este caso no nos pudimos poner de acuerdo, de modo que el director general elige los árbitros y estamos en el proceso en donde Panamá debe presentar su escrito, creo que es el próximo mes, y Colombia tiene que hacerlo dos meses después, y el panel hace su evaluación. Hay unas sesiones abiertas donde participamos los dos países y otros que se han declarado terceros. En esta controversia se analiza y el panel toma una decisión”.

El dato
La “Regla de oro” de la OMC es que todas las decisiones se toman por consenso. Uno solo de los 160 países miembros puede bloquear una decisión.

* Estuvo invitado, junto con periodistas de otros 12 países latinoamericanos, por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung – FES- y la OMC a Ginebra (Suiza), al “Seminario de información sobre el comercio mundial y el desarrollo sostenible”.