NEGOCIOS | LA PATRIA*
La historia de Seguridad Industrial Gómez, una empresa dedicada a la producción de guantes de cuero, comenzó en 2006 en Bogotá.
Dos años después, los hermanos Noralba, Iván y Ángel Gómez Ospina, oriundos del municipio de Marquetalia (Caldas), decidieron trasladar el negocio a su pueblo natal, donde hoy generan unos 25 empleos para sus paisanos, entre los que se encuentran desplazados por la violencia y madres cabeza de familia.
Hoy en día confeccionan estos artículos para empresas petroleras como Ecopetrol y otras del sector de la construcción, y esperan abrir nuevos mercados para crecer la producción, lo que directamente se verá reflejado en mayores oportunidades para los habitantes de esta localidad, ubicada en el oriente del departamento de Caldas.
NEGOCIOS habló con Iván Gómez Ospina, gerente de la empresa, para conocer más detalles de su labor.
- ¿Por qué se dedicaron a la producción de guantes?
La idea nació en Bogotá pues trabajé como empleado en una fábrica de guantes y aprendí el troquelado, la pintura y todo el proceso, entonces luego decidí independizarme.
- ¿Por qué escogieron a Marquetalia para traer su empresa?
Tenemos gran parte de nuestras familias arraigadas en este pujante municipio que nos vio nacer, y conocedores de las bondades, capacidades y necesidades de la gente, decidimos radicar nuestra empresa para poderles brindar trabajo y compensación a sus carencias para así tener un mejor vivir.
- ¿A quiénes emplearon?
Nuestro objetivo es darles prioridad a las familias desplazadas de marquetones que hace años emigraron hacia otras regiones lejos del municipio, madres cabeza de familia, y padres muy necesitados que deben trabajar en algo para ayudar en el sustento de la unidad familiar.
- ¿Cómo contactaron a las personas?
Las mismas personas le fueron comentando a las madres cabeza de hogar que estábamos necesitando personal. Le fuimos enseñando a la gente y les explicamos el proceso de producción.
- ¿Cuántos guantes producen?
Pueden ser unos 5 mil a 10 mil pares mensuales que enviamos a Bogotá, Villavicencio, Barrancabermeja y Manizales, donde tenemos como clientes a varias empresas y ferreterías. Hemos conseguido nuevos clientes y otros que ya teníamos cuando estábamos en Bogotá. La maquinaria la compramos allá y la trajimos de poco a poco, a medida que crecía el negocio.
- ¿Cómo les ha ido este año y cuáles son las expectativas?
Gracias a Dios nos ha ido bien y no falta el trabajito. La idea es crecer más y agrandar la fábrica y la producción porque en el momento tenemos espacio, pero de pronto más adelante podamos montar otra bodega. Tenemos una sola sede y hay unas señoras que trabajan desde sus casas.
- ¿Tienen problemas con el envío de los productos por las vías?
Antes por todo el invierno estuvo un poco complicada la situación para los despachos, pero ahora en general están buenas las carreteras.
- ¿En qué época del año hay mayores pedidos?
Casi todo el año hay movimiento, pero en enero, febrero y noviembre hay más pedidos porque la gente pide dotación para los trabajadores de las empresas, lo que hace que se incrementen las ventas.
- ¿Cuáles son las principales necesidades?
Básicamente la consecución de asesorías empresariales para así entregar productos de las mejores especificaciones para el consumo, y también ir buscando el camino para integrarse como proveedores para aprovechar los Tratados de Libre Comercio, para lo que solicitaremos acompañamiento del Sena y la Secretaría de Desarrollo Económico del Departamento. Igualmente esperamos tener apoyo de Acción Social para incrementar la maquinaria industrial, el empleo y por ende la exoneración de algunos impuestos.
*Con información de Luis Ángel Giraldo Ospina
Opinan los empleados
- Rubén Darío Quiroga:
“Yo nací en Puerto Boyacá y junto a mi esposa Ana María Bustamante, nacida en Neira, llegamos desplazados a Marquetalia, donde nos ayudaron sus padres. Nos enteramos hace tres años que estaban montando una pequeña industria para el procesamiento de cueros en guantes y otros artículos, nos vinimos a probar otra suerte y aquí estamos.
Los propietarios nos brindan enseñanza gratis y luego la gente es vinculada con salarios entre dos y tres básicos mensuales con las prestaciones sociales correspondientes y aseguramiento de los aportes de salud y pensión”.
- Alberto Fandiño Ardila:
“Para los marquetones es algo muy importante ya que se brinda trabajo a desplazados y familias muy necesitadas. Además, son conocedores del arte, enseñan y comparten sus experiencias a sus paisanos, sin nada de egoísmo con sus coterráneos”.
- Yubby Facnory Valencia:
“Soy desplazada y tuve la suerte de haber encontrado trabajo en la fábrica, que me sirve de sustento para mi esposo y mi hijo”.
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