Votación electrónica se convertiría en primer paso para democracia digital

 La votación en línea y el voto electrónico se podrían convertir en parte del proceso político en todo el mundo pero sólo si las tecnologías cuentan con los procesos adecuados para implementar y garantizar su seguridad. Por lo mismo, diferentes empresas de seguridad han desarrollado estudios para comprobar qué tan seguro y qué tan cerca pueden estar diferentes países de implementar la llamada democracia digital.

El estudio revela que varias tecnologías que controlan las diferentes transacciones financieras en línea se podrían aplicar para hacer que el voto electrónico y el voto en línea sea una realidad en el futuro.

Estonia se convirtió en el primer país del mundo en realizar elecciones nacionales a través de un sistema de votación electrónica en el año 2005. Los votantes se conectaron con sus equipos y votaron a través de una aplicación que solicitaba un número de PIN único y la tarjeta inteligente de identificación del votante.

El sistema funcionó de forma eficaz y más de un cuarto de la población de Estonia votó en línea. La votación electrónica también se realizó con éxito en otros países como Australia, Francia y Brasil.

En India se han instalado cerca de 900.000 máquinas de voto electrónico que han significado un ahorro de dinero y además han ayudado a los ciudadanos analfabetas a votar.

Según declaraciones del presidente de MacAfee, Michel DeCesare, “las votaciones en línea y electrónica son ejemplos de cómo un mayor énfasis en la seguridad impulsaría una nueva era en la democracia digital. Sin embargo, se necesitará algo más que solo tecnología para ampliar la aceptación de las votaciones en línea y electrónica, las personas deben tener confianza y fe en el proceso. Los programas piloto para elecciones locales podrían ser el camino para lograr la confianza del público en pequeña escala. Una vez que haya más confianza, podríamos comenzar a ver los beneficios del voto en línea y electrónico, desde una mayor presencia electoral hasta elecciones más eficientes”.

Las votaciones en línea no se implementan en la actualidad debido al obstáculo técnico y a que en una sociedad como Colombia es difícil de superar, pues se tiene poca aceptación del público precisamente por la falta de confianza que genera implementar estos procesos ya que no se pueden recuperar los votos y cualquier entrada ilegal podría alterar los votos ya emitidos. Si se tienen en cuenta las consideraciones de seguridad indicadas, se lograría extender el voto en línea y electrónico.

Los investigadores de Atlantic Council notaron que el cifrado, el fuerte control de acceso a través de la biometría y el software escrito con seguridad podrían garantizar la protección de los votos realizados en línea y la integridad del sistema. Junto con estas consideraciones sobre la seguridad, el voto en línea y electrónico se haría más popular ya que las personas jóvenes que han crecido con Internet ya son mayores.

“Fue fascinante adentrarse en los estudios de caso, como el de Estonia, y la investigación teórica concerniente a este tema”, comentó Jason Healey, Director de la Iniciativa de Política Cibernética (Cyber Statecraft Initiative) de Atlantic Council.

Healey finalizó que “El potencial de las votaciones en línea y electrónica en cuanto al alcance, acceso y participación tiene la posibilidad de revolucionar el proceso democrático, pero existe una serie de riesgos graves que se deberán mitigar. Sin embargo, Estonia demostró que es posible y esperamos que nuestras recomendaciones del camino a seguir generen más discusión y pruebas”.