Venezolanos que llegan al Eje son gente de bien: Migración Colombia

LA PATRIA | MANIZALES

El fenómeno migratorio venezolano, considerado el más grande en el mundo después del éxodo sirio, también toca a regiones como el Eje Cafetero.

Para analizar lo que pasa en esta región y coordinar medidas con las instituciones territoriales, estuvieron en la región Christian Krüger, director general de Migración Colombia, y Felipe Muñoz, gerente de la frontera con Venezuela.

En la mesa migratoria realizada el jueves en Manizales, se pudo establecer que en Caldas hay cerca de 3 mil 300 venezolanos, de los cuales 2 mil 300 están en la capital caldense, y lo más urgente es buscar coordinación con la comunidad internacional para poder establecer aquí más albergues de paso o espacios protectores en los que las familias venezolanas, y sobre todos los cerca de mil niños que hay en la región, puedan ser atendidos adecuadamente.

“Un factor común en el Eje Cafetero es que, pese a la percepción de criminalidad que hay, solo el 1% de los hechos delictivos incluyen a venezolanos, por lo que es necesario no caer en su estigmatización. En su gran mayoría, los venezolanos que llegan al Eje Cafetero son gente de bien, personas que quieren trabajar, sobrevivir”, expresó Krüger.

Muñoz agregó: “Hay un gran reto en materia de planificación porque hay casos de mujeres con cuatro y hasta seis niños en condiciones muy complejas, y hay dificultad para tener a los niños, y para mejorar las posibilidades de apoyo a estas familias, Profamilia es un gran aliado”.

Ambos funcionarios se entrevistaron con LA PATRIA Radio, y entregaron un completo panorama de lo que ocurre con la migración venezolana en Colombia. Krüger expresó que para entender la magnitud del fenómeno hay que recordar que en el 2013 había 120 mil extranjeros en Colombia, incluyendo a los ciudadanos venezolanos, y que actualmente se tiene un estimado de 1 millón 400 mil venezolanos más cerca de 500 mil colombianos retornados del vecino país.

“Ningún país del mundo es capaz de resolver algo así de manera individual, y mientras siga la dictadura de Nicolás Maduro, nuestro país será el primer receptor de esta migración”, dijo Krüger.

De acuerdo con Muñoz, “en el mediano plazo la idea es trabajar en la emergencia, con las nuevas generaciones y en mecanismos de inclusión de los migrantes. 600 mil ya tienen Permisos Especiales de Permanencia (PEP), que les sirve para trabajar, formalizarse y recibir atención en salud. Estamos haciendo procesos de inclusión económica: países como Uganda y Líbano nos muestran que los resultados pueden ser positivos”.

Campaña de uniformes

De los cerca de 180 mil niños venezolanos que están actualmente integrados al sistema educativo colombiano, unos mil están en Caldas. Están en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), pero no tienen uniformes. “Se necesita la solidaridad de los caldenses para aportar a esta bonita campaña”, expresó Muñoz.

Acerca de la mejor manera de ayudar a los migrantes venezolanos, Krüger también dijo: “No podemos olvidar la historia, en su momentos muchos colombianos fueron a ese país a buscar mejores opciones de vida. Esperamos que nunca nos llegue a pasar lo de Venezuela, pero desde nuestra posición debemos ser solidarios. Quien los contrate debe pagarles salarios justos, con todas las garantías laborales, sin explotarlos”.

Frases

-“Diariamente se quedan en nuestro país 2 mil personas, y otras 2.500 están saliendo hacia el sur del continente”.

-“Hay efectos adversos en el corto plazo, pero en un par de décadas vamos a ver los resultados de la migración venezolana para el desarrollo de Colombia”.

-“El Gobierno ha liderado una batalla internacional por traer más recursos. El costo para Colombia puede ser del 0,5% del PIB anual”.

-“En el 2017 fueron atendidos 1.400 venezolanos en urgencias. En el 2018 la cifra subió a 132 mil, y este año llevamos 145 mil atendidos en urgencias”.

-“En los últimos dos años las donaciones a Colombia fueron por 280 millones de dólares, pero según el Banco Mundial con eso se cubre apenas el 7% de las necesidades. La cooperación es importante, pero no suficiente”.