Unidad para atención a víctimas quiere superar asistencialismo

 

 

 

La Unidad para la Atención a las Víctimas inicia su cuarto año de existencia con un balance a favor de 483 mil personas reparadas, pero con el ambicioso reto de reparar en los próximos siete años el universo faltante de 6,8 millones de víctimas del conflicto armado. 

Para asumir ese reto, la entidad aplicará un nuevo enfoque a la atención este 2015, en especial con los 5,9 millones de personas desplazadas, el 86 por ciento de las víctimas registradas. 
La abogada Paula Gaviria, directora de la Unidad, apuesta a pasar del asistencialismo de la ayuda humanitaria, imperante hasta ahora, a la superación de la vulnerabilidad y la marginación que provocó la pérdida de hogares, medios de sustento y el desarraigo. 

-¿Por qué plantea que será una nueva etapa para transformar las vidas de millones de víctimas? 

La implementación del Decreto 2569 de 2014 beneficiará 1,3 millones de familias desplazadas durante las últimas tres décadas, con un nuevo enfoque hacia la inclusión social. Es la respuesta de una política que ha sido insuficiente para atender a la población afectada por este delito, ya que se enfocaba en la ayuda humanitaria de emergencia (mercados, arriendos, subsidios) sin que se avanzara al restablecimiento de derechos. 

-¿En qué cambia este nuevo decreto la reparación a los desplazados? 

Tras dos años de depuración de registros de los desplazados, sabemos que hoy la gente está en diferentes estados de vulneración, pero a todas se las atiende como si estuvieran en primera etapa con subsidios. Eso genera paquidermia del Estado y falta de autonomía de las víctimas. 

Ahora podremos medir las necesidades para enfocar la ayuda humanitaria en los hogares que sí la necesitan, según el número de personas y sus condiciones de vida particulares. Mientras que aquellas familias que no están en condiciones extremas y tienen vivienda y salud podemos priorizarlas para reparación integral, estabilización socioeconómica, proyectos productivos, educación o empleo. Es superar el asistencialismo para transformar vidas. 

-¿Qué balance tiene la unidad desde su creación para ejecutar la Ley de Víctimas? 

Se ha indemnizado a casi 484 mil víctimas del conflicto armado, con una inversión de 3 billones de pesos en la reconstrucción de los proyectos de vida de las víctimas. De ese universo son 1.763.630 víctimas atendidas en asistencia y 281.323 en reparación integral, de las cuales 158.042 han manifestado su intención de invertir y recibir acompañamiento a la inversión de los recursos de la indemnización. Se apoyó el retorno o reubicación de más de 64 mil hogares desplazados. Son $20 billones invertidos en la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. 

-Las víctimas han cuestionado la lentitud de la reparación y la tramitomanía... 

Al principio fue complejo la creación de la institucionalidad para cumplir con la Ley de Víctimas. Hoy tenemos mejor coordinación, las víctimas ya empiezan a creer porque el déficit de confianza era muy grande. Fueron años de frustraciones para ellas y nos tocó lidiar con eso y mejorar la atención. Veo como logro más confianza y más solidaridad entre las víctimas. 

-¿Cuáles son las metas y presupuesto para este nuevo año, el cuarto de la Unidad que usted dirige? 

La unidad va a disponer de 1,6 billones de pesos, de los cuales 6oo mil millones se destinan a la reparación administrativa de las víctimas, que esperamos llegue a 100 mil personas más. El objetivo es que desde 2015 tengamos cada año más indemnizaciones y medidas de reparación que ayuda humanitaria. 

-¿Qué poblaciones o sujetos de reparación serán prioridad en 2015? 

Tenemos priorizados 303 procesos de reparación colectiva, que corresponden a casi dos millones de víctimas de comunidades indígenas, afrodescendientes, campesina, sindicalistas, periodistas, grupos defensores de derechos humanos. La idea es que por lo menos 100 tengan medida de reparación, tanto de memoria histórica como obras comunitarias, como la vía que reclama San Carlos (Antioquia) o el centro de memoria comunitario en Pueblo Bello. Son importantes porque estas poblaciones van a estar mejor preparadas para el posconflicto, porque sus comunidades están más preparadas para la reconciliación o la desmovilización. 

Problema

Más de 7 millones de afectados

Según el registro nacional, Colombia superó las siete millones de víctimas del conflicto armado (7.028.776 personas a noviembre de 2014), lo que corresponde al 15 por ciento del total de la población del país. 

Solución

 

Población sujeta de reparación