Un roscograma para administrar al Tolima

Colprensa | LA PATRIA | Ibagué

El entramado de nombramientos de familiares y subordinados de Óscar Barreto en la Gobernación, la Alcaldía de Ibagué y Cortolima han sido cuestionados.

Como se ha hecho evidente, los pupilos del exgobernador Óscar Barreto, hoy al mando de dichas corporaciones, tuvieron un criterio más político que técnico a la hora de elegir a sus principales colaboradores y, en general, las personas que iban a conformar sus equipos de trabajo.

Naturalmente, como grupo político, el ‘barretismo’ tiene amplia participación dentro de las actuales administraciones. Lo que sí es una novedad -y ha sido reprochado por algunos- es que personas del círculo familiar del máximo jefe del partido Conservador en el Tolima hayan sido vinculadas a las mencionadas administraciones.

El hecho de que en los equipos de trabajo de Ricardo Orozco, Andrés Fabián Hurtado y Olga Lucía Alfonso hayan sido alineados profesionales de entera confianza del exgobernador, así como parientes cercanos, es interpretado por algunos como la prueba de que mantendrá control en las decisiones de tipo político y administrativo.

El mismo Barreto había dado pistas de cuál sería su rol una vez dejara el cargo. Pocas semanas antes de terminar su periodo, insistió en que no se iba a marginar de la actividad pública y le aseguró a El Nuevo Día que siempre estará atento si (sus pupilos) requieren algún consejo o recomendación: "Tendré toda la disposición, pensando siempre en los intereses del departamento”.