Javier Mauricio Jules
COLPRENSA|LA PATRIA|PASTO
Una carga explosiva que, según las autoridades, habría sido activada a control remoto destruyó tres viviendas del sector de la Avenida Los Estudiantes, en el norte de la localidad de Magüí Payán, costa pacífica nariñense.
La onda explosiva afectó otras 30 edificaciones, entre las que se encuentran la Escuela Eliseo Payán, el templo de Jesús Nazareno y el centro de salud de la localidad, entre otras. Las fachadas, techos y ventanales de estas edificaciones terminaron afectadas.
“Por fortuna y en un hecho que consideramos como un milagro, ninguna persona resultó herida, porque la explosión se escuchó durísimo”, dijo William Idrobo, uno de los líderes comunitarios de la zona.
Contra la fuerza pública
En el mismo sector y en la afueras de la vivienda de Henry Angulo, Jefe de la Oficina de Planeación de la localidad, otro artefacto de mediano poder fue desactivado por expertos antiexplosivos del Ejército, tras la denuncia de varios pobladores sobre la presencia del extraño paquete.
Las acciones corresponden, de acuerdo con las autoridades, a una escalada terrorista organizada por las Farc contra el Ejército y la Policía, en respuesta al incremento de los controles y registros desarrollados en los ingresos y las principales vías del municipio, que históricamente han servido para el transporte de drogas e insumos.
En medio de un Consejo de Seguridad, las autoridades determinaron incrementar los puestos de control y organizar nuevas actividades especialmente de inteligencia para evitar nuevos atentados.
Una vez culminado el censo de damnificadas hecho por la administración de Magüí Payán, se estimó en 35 millones de pesos el valor de los daños.
En hostigamiento protagonizado al parecer por la guerrilla de las Farc, se presentó contra la estación de Policía del municipio de Leiva, en el norte de Nariño, en el mismo instante que se desarrollaba una reunión con varios campesinos de la región y en la que hacía presencia el gobernador de ese departamento, Raúl Delgado.
El hecho se presentó posterior a la explosión de un artefacto que había sido instalado en las afueras de la localidad y cuya detonación alteró la tranquilidad de la población.
A pesar de ese hecho, Delgado Guerrero, decidió asistir a la reunión que se tenía planeada en la localidad, con el objetivo de iniciar la implementación de la segunda fase del programa denominado ‘Sí se puede’, en el que han participado varias agencias de organismos como Naciones Unidas y a través del cual las comunidades, de este y otros municipios de Nariño, decidieron sustituir de manera voluntaria los cultivos de uso ilícito, especialmente por productos, como café, maíz, cacao y fríjol, entre otros.
Mientras se desarrollaba el encuentro, varias ráfagas de fusil, provenientes de la zona montañosa aledaña al municipio, se escucharon por alrededor de quince minutos.
Aunque el dispositivo de seguridad del mandatario se activó para proteger la sede en donde se desarrollaba la reunión, voceros de la Administración departamental señalaron que en ningún momento los disparos estaban dirigidos contra el mandatario.
Finalmente, la reunión culminó como estaba previsto y el Gobernador nariñense regresó a la ciudad de Pasto.
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