Temen que tambaleé el proceso de paz

COLPRENSA | LA PATRIA | Bogotá

Luego de que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, envió un mensaje claro a la guerrilla de las Farc por las acciones terroristas que vivió el país en los últimos días, la opinión pública se divide, pues mientras unos ven el llamado como un respaldo a la sociedad civil, otros lo califican como un retroceso para la paz.

Lo que está en juego es el futuro de las negociaciones que se adelantan en La Habana, proceso que ha estado rodeado de un hermetismo que establecieron las comisiones de la guerrilla y del Gobierno en aras de concluir el conflicto.

“Ustedes continúan con eso, están jugando con candela y este proceso puede terminar, porque no podemos seguir indefinidamente en esta situación, porque el pueblo colombiano se confunde y no entiende”, fue la sentencia de Santos, quien admitió que sabía de los obstáculos de un proceso que se da en medio del conflicto.

Aunque solo se habla de una posibilidad de terminar el proceso de paz si continúa la ola de ataques, por primera vez el uribismo respalda al presidente Santos en su determinación.

“Presidente, si decide romper los diálogos por el terrorismo estaremos a su lado apoyándolo”, afirmó el exvicepresidente Francisco Santos.

Muy campantes

A su posición se unió el senador del Centro Democrático Ernesto Macías, quien en nombre de esa bancada pidió al Gobierno suspender los diálogos por los recientes ataques de Farc.

“El presidente Juan Manuel Santos parece que entiende tarde las cosas y hoy notifica, pero no actúa. Pienso que todo lo que ha ocurrido en los últimos años en este país con ese proceso de La Habana es muy grave; la sangre sigue corriendo por el país y allá siguen campantes negociando”, dijo el parlamentario.

Otro crítico de las Farc, el procurador Alejandro Ordoñez, dijo que estos episodios no son nuevos y que “en esa medida que se reiteren deben ser con una decisión contundente y enérgica del señor Presidente de la República".

Por el contrario, algunos sectores de izquierda consideran que las acciones perpetradas no deben afectar la mesa de diálogos.

“Yo espero que la afirmación del Presidente no se materialice en un hecho, sería muy grave que se terminen las conversaciones de paz, pero también espero que las Farc cesen con los atentados que están causando un inmenso daño”, comentó el senador del Polo Democrático Iván Cepeda.

Para Ariel Fernando Ávila, analista y politólogo de la Fundación de Paz y Reconciliación, “la defensa que van a sacar las Farc es que ese fue el modelo que escogió el Gobierno de negociar en medio del conflicto armado, entonces que no hay ninguna afectación”.

Ávila argumenta que durante la anterior tregua, las Fuerzas Militares bombardearon el campamento de alias Romaña y esta acción no condujo a que las Farc decidieran levantarse de la mesa.

“El problema general que hay es que las acciones de las Farc se concentran sobre la sociedad civil en un momento en el que se habla de víctimas y de reconocimiento del Estado, entonces es un mensaje bastante hipócrita de las Farc que dicen que no quieren más víctimas, pero atacan a la población civil”, señala el experto.

Aun así, el exasesor de paz Lázaro Vivero considera que no solo la voladura de una torre de energía puede dilatar las conversaciones de paz.

“Cualquier razón se puede dar en el sentido de que el Gobierno Nacional se siente presionado por la opinión pública y tiene que actuar, no en vano es la segunda vez que Santos hace la advertencia de dar por terminado el proceso de paz”, señaló el experto.

Desactivaron explosivos

Tropas del Ejército encontraron 120 kilos de explosivos en la vía que conduce del municipio de Tibú al corregimiento de La Gabarra, en Norte de Santander.

Los explosivos, en tres canecas, estaban una alcantarilla ubicada en la región del Catatumbo, vereda Serpentino en el kilómetro 14, y según el Ejército, pertenecerían a las Farc.

Cada una de las canecas tenía 40 kilos de explosivos tipo R-1 y metralla contaminada, además de un sistema de cable de mando para ser activado de manera eléctrica.

Cerca al lugar donde se encontraban los explosivos se ubica una línea de transferencia de petróleo que comunica el pozo 27 con la estación de la refinería.