Apretada agenda del alcalde
Pensilvania. El pasado fin de semana el alcalde Jesús Iván Ospina casi tiene que adquirir el don de la ubicuidad para estar en varias partes a la vez y cumplir sus compromisos. El viernes a mediodía estuvo en la vereda La Soledad, corregimiento de Bolivia, a dos horas de Pensilvania; de ahí se devolvió y fue a Manizales para asistir al concierto de homenaje al municipio por su sesquicentenario y, como si fuera poco, el mismo viernes casi a la media noche regresó a Pensilvania, para seguir luego a Puente Linda, en límites con Antioquia, para poder asistir al segundo encuentro de la carretera del Renacimiento el sábado en la mañana. Una verdadera contrarreloj. En Manizales lo acompañaron Armando Zuluaga, Fabio Alberto Aristizábal, Carlos Hoyos y Carlos Felipe Mejía, entre otros.
Quedado el Código de Policía
Bogotá. La reforma al Código Nacional de Policía que se tramita en un proyecto de ley en el Senado de la República tendrá que esperar, por lo menos, una semana más para que vuelva a ser discutida en la plenaria, debido a que el tema no ha suscitado un apoyo pleno del gobierno, pese a que el proyecto es de autoría del Ministerio de Defensa y que ha existido compromiso del presidente, Juan Manuel Santos, de que se tramite en esta legislatura. La norma ha suscitado controversia por algunas disposiciones especiales que tendría, como por ejemplo que la Policía Nacional podría hacer allanamientos de predios privados si es urgente su presencia.
Asignan casación de Tapasco
Manizales. En manos de Luis Antonio Hernández Barbosa, nuevo magistrado de la sala penal de la Corte Suprema de Justicia, quedó el martes la casación de la condena a Ferney Tapasco González por la muerte del periodista Orlando Sierra Hernández. El magistrado es egresado de la Universidad Libre, especialista en Derecho Penal de la Coruniversitaria de Ibagué. Tiene experiencia como magistrado auxiliar y fiscal auxiliar ante la CSJ, Director Seccional de Fiscalías y juez de Instrucción Criminal.
"No vengan por aumentos"
Manizales. Después de cuatro meses de llegar a la gerencia de la Industria Licorera de Caldas, Luis Roberto Rivas Montoya se reunió con los empleados de la compañía para explicarles cómo está la destilería. "No vengan por aumentos" fue una frase que soltó el gerente, aduciendo que la empresa no está mal, pero tampoco está supremamente bien.
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