EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ
La Fiscalía informó ayer que unos restos exhumados en Santander no pertenecen al sacerdote Camilo Torres, miembro de la guerrilla del Eln que cayó en combate hace cerca de 50 años, aunque dijo tener evidencias de que están en el lugar.
"Después de haber hecho todos los cotejos de ADN se logró establecer que no se trata de Camilo Torres la persona que se encuentra allí inhumada", dijo el fiscal encargado, Jorge Fernando Perdomo, quien se encuentra de visita en Washington.
El fiscal señaló que los restos exhumados son de Mario Belarmino Cáceres Dueñas, como lo decía la bóveda que fue examinada.
Perdomo aseguró que el análisis de ADN arrojó sobre 25 marcadores un resultado con una precisión del 99,99%.
El sacerdote murió en 1966 en Patio Cemento (Santander), durante el primer combate en el que participó como miembro del Eln contra el Ejército.
Su cadáver fue enterrado en un lugar que nunca se desveló y desde entonces se ha convertido en un ícono de esa guerrilla y de los movimientos izquierdistas en América Latina a raíz de que el cantautor chileno Víctor Jara le dedicó una canción.
El funcionario indicó que su despacho y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses tienen evidencia de la posibilidad de que el cuerpo sí se encuentre inhumado en el Cementerio Municipal de Bucaramanga.
"Vamos a seguir buscando con la ayuda de las familias y con las demás fuentes históricas con que se cuente sobre la posible bóveda donde se encuentren los restos del sacerdote revolucionario", añadió.
Perdomo admitió que ha sido bastante difícil la búsqueda por cuanto no hay registros claros históricos de dónde pueda estar enterrado.
El funcionario ratificó que continuarán avanzando en la obtención de información sobre la ubicación de los restos de Torres, al señalar que se trata de una solicitud que ha hecho la familia del sacerdote.
En enero pasado, el Eln pidió al Gobierno que buscara los restos de Torres a través de un comunicado en su página web y su cuenta de Twitter.
En su petición afirmaron que ese sería un gesto de paz para iniciar los diálogos con este grupo.
El pasado 30 de marzo, el Gobierno y el Eln, la segunda guerrilla de Colombia con alrededor de 1.500 combatientes, anunciaron que iniciarán en una fecha por definir la fase pública de las conversaciones de paz, tras dos años de diálogos exploratorios.
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