EFE | LA PATRIA | PANAMÁ
La construcción del tercer juego de esclusas del Canal fue suspendida ayer por el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que alega que sobrecostos por más de 1.600 millones de dólares, que la ACP no reconoce, le dejaron sin liquidez para continuar las obras.
El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Quijano, recibió el respaldo de los líderes políticos del país, incluido el presidente, Ricardo Martinelli, y también una citación del Parlamento para que explique la situación del proyecto de ampliación de la vía interoceánica.
Quijano exigió al consorcio, que lideran la española Sacyr y la italiana Impregilo, reanudar de inmediato las obras y ejecutarlas a un ritmo aceptable, al tiempo que anunció que inicia un período de análisis a fin de tomar las medidas que garanticen la culminación de los trabajos en 2015, con o sin el GUPC.
Por su parte, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, pidió a la nación que apoye plenamente las decisiones de la ACP frente a la irresponsabilidad del consorcio de suspender los trabajos por falta de dinero.
"Creo que es una irresponsabilidad de parte del GUPC hacer eso (...) yo no sé que se han creído estos señores: firman un contrato, hacen una licitación y después no cumplen. ¡Eso es inaudito!", declaró Martinelli a los periodistas.
"El proyecto de ampliación del Canal de Panamá lo vamos a terminar, llueva, truene o relampaguee", sostuvo el gobernante, visiblemente molesto.
Lo que dice en consorcio
El GUPC anunció ayer en Madrid que la ACP rompió las negociaciones, aunque aseguró que el consorcio sigue buscando una solución de financiación para terminar las obras en 2015.
En un comunicado, el Grupo precisó que la supuesta ruptura de negociaciones se dio mientras se analizaba su propuesta de aportar el consorcio 100 millones de dólares y un nuevo aporte de 400 millones que se financiarían, mientras que la ACP desembolsaría otros 100 millones y aprobaría una nueva moratoria de la devolución de 785 millones en pagos anticipados.
A eso agregó una petición de 50 millones de dólares para permitir los pagos a las subcontratistas y a los trabajadores y cubrir así las nóminas, que Quijano dijo hoy que no se atendió porque el GUPC no estaba al día en sus pagos a la Caja del Seguro Social.
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