COLPRENSA | LA PATRIA | Pereira
En la madrugada del sábado un hombre fue baleado a quemarropa en el barrio Laureles de Cuba, de Pereira, a pesar de haber recibido tres tiros sobrevivió.
Jhon Edward Rivera llegó a su casa en el barrio Laureles de Cuba a la 1:00 de la madrugada con un grupo de amigos; ya se encontraba adentro cuando escuchó el estallido de un vidrio. “Yo de una pensé en el parabrisas del carro, bajé y miré que lo habían dañado con una roca, abrí la puerta, me metí al carro y cuando miré ya estaba un hombre ahí en la ventana disparando”, dijo la víctima.
Aseguró que le dieron ocho disparos, pero milagrosamente, aunque dijo no creer en Dios, se salvó. “Me querían era ‘tostar’, ese montón de plomo tan berraco; me salvé porque me hice el muerto”, aseguró.
De los ocho disparos que le hicieron tres lo impactaron, uno en el abdomen, otro al lado de la cadera y en el brazo izquierdo. Hábilmente el hombre de 30 años de edad se dejó caer como si hubiera muerto, en consecuencia el sicario huyó con otro hombre que lo acompañaba en una moto.
“De ahí me paré y me fui caminando solo hasta el hospital que me queda ahí a dos cuadras. Yo era esperando que aparecieran para acabarme”, agregó.
Por suerte para Jhon Edward, quienes le hicieron el atentado no volvieron; en el hospital de San Joaquín lo atendieron en urgencias, le controlaron la hemorragia y lo trasladaron inmediatamente a otro centro hospitalario, donde se recupera.
El hombre dice tener sospechas de la causa de su atentado pero prefiere reservarlas, por ahora suspira al pensar que tuvo mucha suerte, pues dice que para él no hay un Dios, y si de alguna ayuda sobrenatural se tratara, no sería justamente divina. “Dios no, si algo fue el diablo el que me cuidó”, afirmó.
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