AL ALIMÓN
Del recuerdo
El problema de los costos en el toreo ha sido tema de siempre. Que unos cobran mucho, que los otros demandan más y así. Inclusive se llegó a determinar los hechos económicos del país por los honorarios de los diestros. La siguiente referencia es un indicio de los que sucedía en tiempo remoto:
“Con todo, daré algún dato preciso sobre este extremo. Es sabido que durante el siglo XVIII, casi hasta su final, era superior de la jerarquía de los picadores a la de los diestros de a pie, y esta consideración se refleja en la diferencia de honorarios de unos y otros. Por las cuentas de la Maestranza de Sevilla sabemos que un varilarguero ganaba, por dos corridas completas, en 1731, 1.100 reales, mas el vestido y equipo para el caballo. En 1732 suben a 1.200 reales por dos días. No tengo datos de toreros de a pie en esos años, pero en 1734, dos años después, Miguel Canelo y sus compañeros ganan 2.100 reales. Ignoro cuántos compañeros serían, pero, evidentemente, con que fueran dos tan sólo para hacer bueno el plural que emplean las cuentas, lo percibido por cada uno de estos diestros de a pie era notoriamente menos que lo percibido por los picadores. Diez años después Benete gana, por dos tardes, 450 reales, es decir, menos de la mitad de un varilarguero”
José María Cossío, Los Toros, Tomo 1, 1943.
Reflexión
Quien haya observado el desarrollo de la temporada taurina en la Plaza Monumental de la ciudad de México, se habrá dado cuenta del escaso número de asistentes a los tendidos, lo que contrasta con la presencia masiva de aficionados en las otras plazas mexicanas localizadas en las capitales de otros estados de la república y en lugares en donde la Fiesta Brava, es el eje de las festividades anuales. Manizales, este año tuvo una importante reactivación en la asistencia a las corridas. Hubo una época en donde los tendidos estaban llenos y vino el abandono paulatino de las graderías. Ahora con la recuperación del número de amigos a la Fiesta Brava, debe reanalizarse la motivación de los que quieren asistir y no lo pueden hacer. Una plaza llena da luz, calor, color y alegría.
Guillermo Perlaruíz en Boyacá
El 23 de febrero, el torero manizaleño Guillermo Perlaruíz toreará en Motavita, Boyacá, alternando con curro Marín y se correrán toros de Alcazaba del Viento. Continúa así el torero manizaleño dando muestras de su inmensa afición que lo lleva a plazas distantes. Esta columna ha sido partidaria de darles a los toreros de la casa un puesto en la Feria, con la seguridad de que lo harían mejor que otros y así hay que medir a los toreros. Ello sin mencionar la deuda que tiene la sociedad caldense y especial la manizaleña con Guillermo Perlaruíz.
La Sociedad y la Fiesta Brava
Un editorial de Mundotoro, trae aproximaciones al tema. Las divergencias entre las sociedades y el toreo es simplemente teórica porque lo que concierne a los integrantes de los núcleos sociales como es la Fiesta Brava, debe ser considerado como parte integral de las condiciones sociales, así sea el querer por ella una situación de minoría porque los derechos no se aprueban porque ellos sean de mayoría o minorías.
“En el fondo de todos los debates de estos años está precisamente esa cuestión de fondo: la desconexión habida entre el toreo y la sociedad. Por eso es doloroso que nos refugiemos en la gracieta cuando nos enfrentamos al triunfo (por muy relativo que éste sea, por muy plomo que sea la gala) de un sector en algo en lo que nosotros, como sector, estamos fracasando. Es triste que no tratemos de aprender de los éxitos y los fracasos de los demás para hacer valer, también en esto, que formamos parte del segundo espectáculo de masas de España y que un esmóquin o un vestido de diseño nos quedan tan bien como a cualquiera”
¿Suerte en la Fiesta Brava?
Para repetir: Los éxitos de una corrida no son accidentes de la suerte. Quizá sólo en el sorteo de los lotes de los toros realizado unas horas antes, la suerte decidió los toros para cada quien. De resto es voluntad, conocimiento, sentimiento, vocación y una profunda convicción de lo que los alternantes y subalternos deben realizar en la arena de la plaza.
Un aporte de Manolo Molés
El comentarista taurino español Manolo Molés, ha escrito sobre un tema de actualidad especialmente en cuanto a la disminución de festejos y a la ausencia de aficionados en los tendidos:
“Pero al final te digo lo de siempre. Con mi respeto grande a los que se visten de luces esta Fiesta sólo sobrevivirá si en lugar de amar tanto el canibalismo nos bajamos del burro y miramos hacia donde va mejor. Bajar los precios, subir la emoción, abrir carteles, volver a la competencia, que lo que pase en el ruedo sea ley… Y te recuerdo algo: ¿alguien sabe en cuánto nos vamos a empequeñecer todavía más este año? Esa es la espada de Damocles, que no es la del mítico Pedro Romero, pero que también corta cabezas. Nos jibarizamos solos”.
Una teoría importante sobre los niños
En Taurología se ha tratado un tema vital: la presencia de los niños en las corridas de toros. Dice el escrito que no hay bases científicas para prohibir la entrada de los menores de edad a los festejos. Manizales, se siente complacida cuando los niños se sientan en las gradas y están pendientes de lo que sucede en el ruedo. Sus acompañantes mayores, les explican y les dejan que se enteren de los hechos.
Los reconocidos y discretos aficionados de hoy, comenzaron a ir a la plaza de toros, generalmente de la mano de sus padres y así lo han hecho con sus descendientes.
“Frente a las continuadas reclamaciones de algunos colectivos, estudios científicos ponen de manifiesto que en modo alguno está probada que resulte peligrosa la asistencia de los menores a los espectáculos taurinos. En su día cuatro investigadores independientes así lo pusieron de manifiesto, en respuesta a una solicitud planteada por el Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid. Si se leen los respectivos dictámenes, que fueron valorados de forma positiva por un quinto experto, sus argumentaciones siguen teniendo la misma validez que cuando se emitieron.
“Con los datos actualmente disponibles, no se puede considerar como peligrosa la contemplación de espectáculos taurinos por menores de 14 años, cuando se trata de niños psicológicamente sanos y que acuden a estos festejos de forma esporádica, voluntariamente y acompañados de adultos que tienen actitudes positivas ante las corridas de toros”.
“Frente a las continuadas reclamaciones de algunos colectivos, estudios científicos ponen de manifiesto que en modo alguno está probada que resulte peligrosa la asistencia de los menores a los espectáculos taurinos. En su día cuatro investigadores independientes así lo pusieron de manifiesto, en respuesta a una solicitud planteada por el Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid. Si se leen los respectivos dictámenes, que fueron valorados de forma positiva por un quinto experto, sus argumentaciones siguen teniendo la misma validez que cuando se emitieron.”
“Con los datos actualmente disponibles, no se puede considerar como peligrosa la contemplación de espectáculos taurinos por menores de 14 años, cuando se trata de niños psicológicamente sanos y que acuden a estos festejos de forma esporádica, voluntariamente y acompañados de adultos que tienen actitudes positivas ante las corridas de toros.”
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