COLPRENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ
La disputa entre los transportadores de carga y la Alcaldía de Bogotá por la expedición de los decretos del distrito para controlar la calidad del aire en la capital del país abrió el debate en Colombia sobre el papel que juegan los vehículos de carga y de servicio público en la alta contaminación.
Y a pesar de que la Secretaría de Ambiente levantó el lunes la alerta amarilla, con lo que terminan las restricciones para el transporte de carga de más de 10 años de antigüedad en el polígono del suroccidente de Bogotá, los conductores de camiones y volquetas están en desacuerdo con el decreto 840 de 2019, el cual busca limitar el tiempo de circulación de estos vehículos.
Según cifras de la Secretaría de Ambiente, solo en Bogotá las fuentes móviles producen el 79% de la contaminación que se registra en la ciudad. El 38% la generan los camiones. Este problema se origina, en gran medida, por la falta de control de las autoridades de tránsito.
Un informe revelado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), en 2018, daba cuenta que menos de la mitad de los vehículos obligados a tener una revisión técnico-mecánica cuentan con certificado, es decir que de 10 millones de automotores, apenas 4,8 millones son revisados.
Según el reporte, los camiones, buses, busetas, taxis y motos son los vehículos que más contaminación ocasionan en las ciudades del país. La mayor preocupación por la calidad del aire está en Medellín, que alcanzó para ese año el 74%; Cali 49% y Bogotá 45%).
Daniel Bernal, activista ambiental, señaló que los vehículos de carga deberían durar en circulación como mínimo 10 años, porque 20 años viene siendo un plazo muy amplio, teniendo en cuenta que estos automotores funcionan casi las 24 horas al día.
“En gran parte de Europa, los camiones tienen una esperanza de vida de una década, ya que después de este tiempo, pueden emitir gases contaminantes”, resaltó Bernal, quien enfatizó en que el Gobierno nacional debe trabajar más fuerte en el tema de la chatarrización.
Según cifras del Ministerio de Transporte, en la última década se han chatarrizado 30 mil vehículos de carga con 20 años de uso. Sin embargo, hay 56 mil vehículos de carga viejos que se deben desintegrar, 42 mil 780 de ellos de servicio público y 15 mil 937 particulares.
Propuesta
Ante esto, en los últimos días el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Transporte, aprobó una exención de IVA para los pequeños transportadores de pasajeros y de carga para la adquisición de vehículos por chatarrización.
El incentivo tributario permite a los pequeños propietarios modernizar los vehículos para la prestación de servicio público de transporte de pasajeros y carga con una reducción de su costo de inversión y operación, al poder adquirirlos sin tener que pagar el 19% de IVA al momento de la compra.
“El transporte de carga y el público deben dar el ejemplo, porque se supone que deber ser el más limpio. Acá es todo lo contrario, es el más contaminante debido al mal mantenimiento, es un verdadero caos. Otro caso de renovación es el de Transmilenio", enfatizó Bernal.
Eduardo Behrentz, vicerrector de Desarrollo de la Universidad de los Andes y especialista en calidad del aire, manifestó que “la renovación del parque automotor es lo más urgente para mejorar la calidad del aire. Hubo un primer paso que fue mejorar la calidad de los combustibles. Hubo rumores en los que se decía que la calidad del aire era mala porque el diésel no era de buena calidad, sin embargo, esto es falso”.
Behrentz explicó que otro aspecto fue la implementación de un sistema de control de emisiones en los vehículos, como los filtros de partículas y la tecnología de control, así como la aceleración de los procesos que permitan la chatarrización de los automotores.
En la misma línea opinó Fernando Rojas, experto en movilidad, quien enfatizó que las flotas de transporte público se van quedando obsoletas. Al pasar esto, la emisión de gases de estos automotores empeoran la calidad del aire en las ciudades, por lo que no sirve de nada implementar pico y placa ambiental o día sin carro sin mejorar este aspecto.
“La idea de un pico y placa ambiental no es más que pañitos de agua tibia. Hay camiones y buses de transporte público que ya están muy viejos y, por ende, contaminan mucho más. El Gobierno quiere que la gente use el transporte público, pero no ayuda a financiar la tarifa ni toma las medidas para mejorarlo. Esto lleva a que la gente siga comprando carros y motos”, concluyó.
Paro en Bogotá
Tras no haberse llegado a ningún acuerdo entre el gremio transportador y la Secretaría de Movilidad de Bogotá, los conductores decidieron mantener los bloqueos en vías como La Calera, la Avenida Boyacá con 71 sur, la calle 13 con carrera 138 y la vía Bogotá – Sibería.
En la jornada de ayer los transportadores le solicitaron a la Alcaldía de Bogotá suspender la medida que restringe el paso de vehículos de carga con más de 20 años de circulación entre las 5:30 y las 8:00 de la mañana y de 4:30 a 7:00 de la noche entre los cerros orientales y la Avenida Boyacá y desde la Avenida Primera de Mayo hasta la calle 170.
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