Reformas de Estado y de justicia, principales retos de Santos en su segundo mandato

 Reformar el Estado colombiano en materia política y de justicia es, después de consolidar la paz, el principal reto que tiene el presidente Juan Manuel Santos en su segundo Gobierno.
Pero en su intento por lograr esos cambios sustanciales tendrá que sortear varias dificultades.

A juicio de analistas, la carrera de obstáculos empieza en el Congreso de la República, primero, porque cuenta con la férrea oposición del Centro Democrático, en cabeza del expresidente-senador Álvaro Uribe y segundo, porque la supuesta coalición de los otros partidos está basada en “intereses clientelistas y particulares”.

Además, dicen los expertos, muchos de los proyectos que está proponiendo el Presidente afectarían de manera directa a los senadores y representantes y “ellos no se van a clavar el puñal”.

Sin embargo, Pedro Viveros, politólogo de la Universidad Javeriana de Bogotá, opina que la reforma política que sea aprobada tendrá que ser de buena calidad porque a eso están obligadas las personalidades que en esta oportunidad integran el Congreso. “Sin duda los debates van a ser de gran altura”, sentencia.

Pero en este punto el politólogo Fernando Giraldo mostró su desacuerdo. Acepta que el Congreso sí tiene integrantes de alto prestigio, pero critica que hasta ahora solo se hayan presentado debates de confrontación ideológica por lo que supone que la agenda “se va a enfrascar”.

Otro aspecto que juega en contra del Mandatario es el tiempo. Viveros sostiene que Santos desaprovechó el beneficio de la reelección y después de ganar las elecciones el 15 de junio no se dedicó a adelantar sus proyectos, sino que está esperando el 7 de agosto para tomar posición e iniciar con su segundo mandato.

Incluso, el abogado constitucionalista Hernán Olano, de la Universidad de La Sabana, sostiene que en las últimas semanas a Santos se le ha visto más “haciendo proselitismo que gobernando”. Por eso, agrega, el tiempo que tiene para adelantar las reformas debe ser mejor aprovechado y basarse en solo uno o dos temas.

El ideal

La reforma ideal del Estado, aseguran, debe ser esa que incluya la eliminación de la reelección, la unificación de periodos de mandatos designados por voto popular, la eliminación del voto preferente, implementar la circunscripción de Senado especial para que haya representación de todos los departamentos en esa cámara.

Mientras que para la justicia, los cambios deben ir orientados, según analistas, en eliminar el poder nominador que tienen las cortes y órganos de control. Así se acaba de buena vez con “la vergüenza” que significa la ‘puerta giratoria’ que utilizan algunas personas para pasar de un cargo a otro.

Giraldo explica que la postulación de aspirantes a cargos en la Procuraduría, la Contraloría, la Fiscalía y las Cortes se convirtió en una especie de “clan mafioso” al que llegan personas con cierto poder y convierten sus cargos en feudos, razón por la cual reformar el Estado será además de un reto, una necesidad.