Recordaron con una misa a sus 48 víctimas

LA PATRIA | Manizales

"El dolor lo llevo en el corazón. Quedé marcado por el resto de mi vida", dijo Julio César García Franco, quien perdió en la tragedia del barrio Cervantes, de Manizales, a su hijo Walter García, de 26 años, y esperó paciente el comienzo de la misa en conmemoración del tercer aniversario.

Al igual que él otros habitantes llegaron al lugar antes de que fueran las 6:00 de la tarde, hora de la eucaristía. Algunos hasta llevaron sillas plásticas para sentarse a escuchar mejor las palabras del párroco, quien hablaría minutos más tarde a través de un megáfono.

Mientras sigue parado a un lado de los escombros, Julio recuerda que ese día su hijo se levantó a las 6:00 de la mañana, se bañó y cuando iba a salir la avalancha se lo llevó.

"La comunidad debe seguir adelante", sostiene mientras mira hacia un rincón del desastre.

A pocos metros de Julio estaba Leonel Méndez. Él perdió cinco familiares, su hermano, su cuñada, una sobrina, el esposo de ella y la hija de ambos. "Es un recuerdo latente. Aquí lo que se ve son la señas de la negligencia, porque se pudieron salvar esas vidas", expresa.

Agrega que la comunidad debe seguir con la misma solidaridad y empeño para que no queden en el olvido las 48 personas que perdieron la vida en su barrio.