COLPRENSA | LA PATRIA | Bogotá
En medio de la crisis por la situación carcelaria en el país, el presidente del Senado, Roy Barreras, le pidió a la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, que no se haga una “liberación masiva” de presos como solución al hacinamiento.
Para el senador, “la solución no puede ser soltar a la calle a miles de delincuentes condenados por asaltos, atracos callejeros, lesiones personales y delitos de toda naturaleza que se beneficiarían de esta masiva excarcelación, además porque es imposible controlar la detención domiciliaria de miles de delincuentes”.
Cabe recordar que Correa solicitó a los jueces de ejecución de penas que revisen con celeridad las peticiones de libertad que presentan los presos que ya han cumplido las dos terceras partes de la pena.
“No he dicho que estemos pidiendo que se dejen en libertad presos por vencimiento de términos. Cuando usted ha cumplido las dos terceras partes va a detención domiciliaria en lugar de estar en el centro de reclusión”, señaló la ministra.
Pero para Barreras, eso significaría poner en riesgo a los colombianos y alimentar la inseguridad en las calles. “El mensaje a los colombianos no puede ser que ante la incapacidad del Estado para hacer pagar las penas a quienes asaltan a los ciudadanos, la decisión sea liberarlos incrementando el riesgo de inseguridad en las ciudades”, dijo.
En cambio, solicitó que se construyan nuevos centros de reclusión “dignos y respetuosos de los derechos humanos”.
Cárceles, ¿deben desaparecer?
Un estudio reciente sugiere que las cárceles en Colombia deben desaparecer, porque no cumplen con el fin de resocializar a los delincuentes.
En el III Intercambio de Semilleros de Derecho Penal y Penitenciario, realizado en la Universidad de San Buenaventura Seccional Cartagena, donde se evaluaron 20 ponencias de 12 universidades del país, se concluyó que las cárceles son un fracaso.
“La cárcel fracasó como modelo sancionatorio y cada vez es más notoria la violación de los Derechos Humanos”, asegura Daniel Acosta Muñoz, sociólogo, coordinador de Investigaciones del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), y representante de la Escuela Penitenciaria.
Para el investigador, el 70% de los reclusos en las cárceles colombianas están por delitos menores. “La cárcel debe desaparecer, o sostenerse solo para delincuentes violentos reincidentes, con los que realmente la sociedad no tiene más remedio que el encierro, que son el 30% de los reclusos”, comenta.
Acosta Muñoz explica que ese restante 70% comete delitos menores propios de la crisis y de las necesidades que padecen. “En los delitos de agresión contra la sociedad no hay otra salida que la cárcel, pero para la mayoría de los casos se deben buscar otras alternativas”, dice.
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