COLPRENSA | LA PATRIA
El Instituto Nacional de Medicina Legal informó en la mañana de este martes que ninguno de los 16 policías que murieron en la caída del helicóptero Black Hawk en Antioquia el pasado 4 de agosto fueron impactados por disparos hechos desde fuera del aparato, y que la causa de su muerte fue por el impacto de la caída.
"Se diagnosticó que científicamente la causa la muerte de los uniformados en el helicóptero fue debido al trauma contundente por una caída de altura en superficie dura, descartando que los cuerpos presenten cualquier tipo de patrón de explosión o se les hubiera disparado proyectiles", explicó Carlos Valdés, director de Medicina Legal.
Valdés aclaró que aunque los cuerpos si tenían restos de balas, estas no tenían estrías, rastro que queda en el proyectil después de pasar por el cañón de un arma disparada.
"Lo que ha hallado el Instituto es que los cuerpos tenían proyectiles, pero estos no presentaban estrías ni rallado. Es decir, los proyectiles fueron resultado de la explosión de los cartuchos ocasionado por el incendio tras la caída de la aeronave", dijo Valdés.
Este diagnóstico sale a la luz después de las acusaciones del senador Álvaro Uribe en las que afirmaba que el Gobierno oculta información frente al siniestro, y que el helicóptero fue derribado.
El director de Medicina Legal también confirmó que las quemaduras encontradas en los cuerpos se produjeron después de muertos los miembros de la Fuerza Pública, "no se encontraron lesiones que correspondan a un patrón de explosión ya que el incineramiento de los cuerpos se dio con posterioridad a la muerte".
En días pasados a través de un comunicado de la dirección del frente 'Efraín Guzmán', que opera en Antioquia, la guerrilla de las Farc desmintió su supuesta relación en la caída del Black Hawk.
"Informamos a la opinión pública que ninguna unidad guerrillera ha dirigido fuego contra aeronaves en dicha región", sostuvo la guerrilla en la misiva, aclarando rumores que surgieron desde la oposición, planteado que el trágico hecho se trataría de un atentado y no de un accidente aéreo.
El informe de Medicina Legal mantiene la hipótesis del Gobierno Nacional de que el helicóptero que hacía parte de la operación 'Agamenón' se precipitó a tierra por las difíciles condiciones topográficas y climáticas de la vereda Polines de Carepa, en el Urabá antioqueño.
A las 11 de la mañana de este martes la entidad entregará los cuerpos a la Policía Nacional para proceder a realizar las exequias junto a sus familias.
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