Más de 2.000 hectáreas consumidas por incendios en Meta

De la fuerte sequía que padecen algunas regiones de Colombia, no se escapan los llanos orientales, pues desde hace varios meses que no cae ni una gota de agua y las fuentes hídricas de la región cada vez escasean más.

En la zona rural de Puerto Rico, en el sur del Meta, se han registrado los más altos índices de incendios forestales de la última década. Según el comandante del cuerpo de bomberos voluntarios de es municipio, capitán José Conde, la crisis tocó fondo y ellos ya no saben qué hacer con las conflagraciones forestales que se registran a diario en esa región.

“Tenemos una serie de 200 incendios desde el mes de enero hasta la fecha, se nos han quemado un promedio de 2.000 hectáreas de bosques nativos y hay que denotar que estamos en la zona de reserva forestal de la Macarena, y eso si es grave porque esa es una región virgen que es muy frágil por su composición vegetal”, dijo el capitán Conde.

Es tal la crisis, que por la sequía de sus pozos los finqueros de la zona han tenido que recurrir al abastecimiento del preciado líquido, por medio de viajes que hacen en carrotanques desde el pueblo, oficio que se hace mucho más complejo por las grandes distancias y la poca capacidad de la única máquina de bomberos con que cuenta este organismo de socorro.

“El cuerpo de bomberos está abasteciendo las fincas en las veredas, con un viajecito de agua cada tres días para que tengan el sustento diario, nosotros apoyamos en lo que se puede pero de verdad que la situación es bastante complicada para nosotros por no tener un buen número de personal para atender las emergencias y no tener equipos adecuados”, acotó.

Ya son varios animales domésticos y salvajes los que se han visto afectados por las llamas, pero lo que más preocupa es que el ganado de pastoreo ha quedado en medio de las llamas.

“El ganado está buscando las sabanas que más pastos tiene y al quemarse la sabana el ganado ha quedado encerrado dentro de los incendios, pero al igual culebras y animales de monte han perecido”, concluyó.

Según el comandante de Bomberos de Puerto Rico, Meta, las llamas han alcanzado hasta 6 metros de altura y una extensión de hasta 15 kilómetros, lo que hace casi imposible tratar de mitigar las conflagraciones.

Ante esta situación se hizo un llamado a las autoridades locales, regionales y nacionales, para que los doten con equipos que estén a la altura de las emergencias que se viven, en esta apartada región del Meta.