Luis Francisco Arias B.
Manizales | LA PATRIA
Si alguien puede hablar con propiedad acerca de lo que es una carrera diplomática en Colombia, ese es el economista manizaleño Mauricio Baquero Pardo.
En 1992 (cuando tenía 29 años), después de haber pasado algún tiempo en el exterior aprendiendo inglés, entró al Ministerio de Relaciones Exteriores para apoyar el programa de cooperación internacional, y hoy es el Jefe de Gabinete de esa cartera, o lo que es lo mismo: "la mano derecha" de María Ángela Holguín, ministra que se ha caracterizado por rodearse de personas con gran trayectoria en la carrera diplomática (Ver recuadro Coequiperos del Eje).
Ingresó como funcionario de libre nombramiento y remoción, cuando al frente del Ministerio estaba Noemí Sanín, y muy pronto presentó las pruebas para entrar en carrera. "Me interesaba este puesto para algo sólido, para estar entrenado", dice hoy seguro de haber acertado.
Durante ese tiempo se volvió experto en temas de cooperación, asunto que ha tenido una gran transformación. "En ese entonces éramos solo receptores, sobre todo desde Europa, y nos asignaban dineros no reembolsables. Las cosas han cambiado mucho, actualmente es mitad y mitad, y no solo es dinero sino también tecnología".
Destaca que Colombia también es ahora otorgante de cooperación, sobre todo en temas de seguridad. "Dada la tragedia que hemos vivido, ofrecemos nuestra experiencia a Centroamérica y el Caribe, por ejemplo".
Hoy Baquero es el encargado de estar pendiente de todo lo que ocurre en el despacho de la Canciller, coordinando tareas con las demás dependencias, desde los viceministerios de Relaciones Internacionales y de Asuntos Multilaterales hasta con las áreas de Protocolo y Comunicaciones.
Lo más interesante y reciente en su cargo ha sido acompañar las determinaciones frente al litigio con Nicaragua por el Archipiélago de San Andrés y Providencia. Con eso “la política exterior ha estado muy álgida. Ha sido una experiencia muy enriquecedora estar al lado de la canciller Holguín, quien maneja en forma muy profesional todos esos temas”, comenta.
Así, durante cerca de 22 años Baquero ha realizado una carrera en la que ha aprendido de asuntos multilaterales y temas bilaterales. “Todos estos conocimientos en la diplomacia sirven mucho en la medida en que uno va subiendo peldaños, todo eso se traduce en experiencia para poder afrontar situaciones complejas”.
Aprendizajes
Para llegar al actual cargo se han dado muchos “ires y venires”. En 1997, cinco años después de su ingreso, fue embarcado en la misión de Colombia ante la ONU, en Nueva York, donde estuvo cinco años. Allí conoció al entonces embajador ante ese organismo, Julio Londoño Paredes. “Él fue mi primer maestro en asuntos multilaterales”.
La ministra de Relaciones Exteriores en esa época era María Emma Mejía. Eran los tiempos del Proceso 8000 que puso a Colombia en el ojo del huracán, y la administración del presidente Ernesto Samper pasó por duros momentos ante la comunidad internacional.
Para Baquero fue una época de gran aprendizaje en el mundo de la diplomacia. Colombia asumió la presidencia de los Países No Alineados (Noal), y se metió a liderar al llamado Tercer Mundo. La ministra Mejía viajaba con frecuencia a encabezar encuentros en las Naciones Unidas. “Eso resultó muy interesante. Tuvimos que prepararle muchas reuniones con gente de todo el mundo. Fue muy enriquecedor”.
También recuerda como intensas las tareas desarrolladas en Nueva York durante el paso de la ministra Carolina Barco, ya que desde ese momento se empezó a impulsar con fuerza el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Resultó una experiencia fuerte, además porque le tocó vivir allí el duro episodio del ataque a las Torres Gemelas.
En el 2002, Baquero regresó a Colombia, donde estuvo cerca de tres años, apoyando diversas tareas en el Ministerio, y en el 2006 volvió a conformar una comisión en el exterior, esta vez ante la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington.
Los tensos momentos de las relaciones con Venezuela, en la época de Hugo Chávez, fueron pan de cada día en ese organismo, donde por esa época estuvo de embajador el también caldense Luis Alfonso Hoyos. “Fue una tarea muy interesante a nivel regional sobre la situación de lucha contra el terrorismo”, expresa Baquero.
Desde el 2010 está de nuevo en Colombia. Como en la carrera diplomática se dan rotaciones cada tres años, en promedio, a finales del 2013 podría estar saliendo de nuevo al exterior, a una tarea aún indeterminada. “Dependo solo de la canciller Holguín. Puedo estar otro tiempo a su lado o salir en otra comisión a cualquier lugar del mundo”.
Raíces manizaleñas
Aunque solo pasó nueve años de su vida en Manizales, Mauricio Baquero se emociona al recordar sus años de infancia en la capital caldense, donde nació y creció. Fue en una casa del barrio Estrella, muy cerca de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores.
Su padre, Luis Jorge Baquero, quien trabajaba con la Esso, fue enviado a coordinar la presencia de esa multinacional en Caldas (era 1963, y todavía no habían surgido Quindío y Risaralda). Poco después de llegar, doña Beatriz Pardo, su mamá, quedó en embarazo, y fue así como llegó al mundo en la capital caldense.
Alcanzó a estudiar aquí dos años de primaria, antes de que su papá fuera trasladado de nuevo a Bogotá.
Varias veces ha venido a la región. “Me quedó muy marcado todo ese tiempo que vivimos en Manizales, me encanta toda la zona cafetera y Manizales en particular”.
A comienzos de este año estuvo en plan de reconocimiento. Con su esposa y sus dos pequeñas hijas, fue al Parque del Café, en Montenegro (Quindío), y visitó otros atractivos turísticos del Eje Cafetero. También permaneció durante dos días en Manizales, recordando viejas épocas.
“La casa del barrio Estrella, en que vivimos, todavía existe. Fue muy emocionante verla después de tantos años”, expresa Mauricio Baquero con la voz entrecortada.
10 ministros
Desde 1992, cuando ingresó a la carrera diplomática, a Mauricio Baquero le han tocado 10 ministros:
-1991 a 1994: Noemí Sanín de Rubio
-1994 a 1996: Rodrigo Pardo García Peña
-1996 a 1998: María Emma Mejía Vélez
-1998: Camilo Reyes Rodríguez
-1998 a 2002: Guillermo R. Fernández de Soto
-2002 a 2006: Carolina Barco Isakson
-2006 a 2007: María Consuelo Araujo Castro
-2007 a 2008: Fernando Araujo Perdomo
-2008 a 2010: Jaime Bermúdez
-2011 a la fecha: María Ángela Holguín Cuéllar
Coequiperos del Eje
Como dato curioso, los cargos más altos del Ministerio de Relaciones Exteriores, después de la canciller Holguín, son ocupados por personas del Eje Cafetero, con cerca de dos décadas en la carrera diplomática.
Recientemente se posesionó el pereirano Carlos Arturo Morales López como viceministro de Asuntos Multilaterales (organismos como OEA y ONU), quien reemplazó a Patti Londoño Jaramillo, quien es ahora viceministra de Relaciones Internacionales, dependencia que se ocupa de los asuntos bilaterales y regionales. Londoño Jaramillo es oriunda del Quindío.
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