Mancuso entregó 31 bienes para reparar a sus víctimas

Salvatore Mancuso, el otrora jefe paramilitar del Bloque Catatumbo y fundador junto a los hermanos Castaño de las Autodefensas Unidas de Colombia, es el único de los ‘paras’ que delinquió en Norte de Santander que hasta el momento ha entregado bienes para reparar a las más de 5.000 víctimas que dejó la incursión de ese grupo en el departamento.

Según el Fondo para la Reparación de las Víctimas (FRV), adscrito a la Unidad para la Atención y Reparación Integral a Víctimas, el Bloque Catatumbo ha entregado, hasta el momento, 31 bienes, de los cuales 30 son rurales y uno es una sociedad llamada Incusol S.A.

El FRV, cuya misión es recibir los bienes ofrecidos por los postulados a la Ley de Justicia y Paz destinados a la reparación de las víctimas y ejercer los actos de administración y comercialización de los mismos, maneja en la actualidad 30 propiedades entregadas por Mancuso, ubicadas en los departamentos de Córdoba y Bolívar. De las 30 propiedades, 6 están en Bolívar y las 24 restantes en Córdoba.

En Bolívar, 5 de los bienes están ubicados en el municipio de El Guamo y el otro restante en San Juan de Nepomuceno. Los 24 bienes ubicados en Córdoba están en el municipio de Tierralta.

Fincas, lotes y cultivos, componen las 5.781 hectáreas que suman en total las 30 propiedades entregadas por Salvatore Mancuso.

Si bien a El Mono, alias con el que era conocido al interior de las filas paramilitares, le fueron ocupados en el 2006 por las autoridades 58 locales comerciales, entre los que se destacaban los de L´enoteca Vinería Italiana S.A., L´enoteca Atlántico S.A., Crisaltex S.A., e Inversiones Culturales y Sociales Incusol S.A., lo cierto es que para la reparación a las víctimas el FRV solo cuenta con los 31 bienes ya mencionados que, en su conjunto, tienen un valor comercial que asciende a los $25.233 millones.

De ese total, $430 millones es el valor de la sociedad Inversiones Culturales y Sociales Incusol S.A., con sede en Bogotá y cuyo objeto, según la Supersociedades, era la compra, venta y distribución de libros.

Los demás jefes paramilitares que delinquieron en el departamento no reportan bienes entregados a la FRV.