Los obstáculos de la Farc al entrar en la arena política

COLPRENSA | EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ

La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) presentó sus candidatos a la presidencia, al Senado y a la Cámara de Representantes, luego de que el Consejo Nacional Electoral entregará el martes el aval a la personería jurídica del partido político

La mayoría de sus listas quedaron conformadas por quienes en el pasado hicieron parte del llamado secretariado de la exguerrilla. Inclusive su candidato a la Presidencia de la República es quien fuera su comandante máximo, Rodrigo Londoño Echeverry, también conocido como Timochenko.

Londoño, quien no participo ayer del anuncio, está ultimando detalles para su regreso oficial al país, ya que se encuentra fuera por cuestiones de salud. “No solamente cuenta con el visto bueno de los médicos sino también con la anuencia de sectores de la sociedad colombiana", manifestó Iván Márquez, jefe negociador en los diálogos en La Habana.

Las listas que presentó la guerrilla están conformadas al Senado por Iván Márquez, Pablo Catatumbo, Carlos Antonio Lozada, Victoria Sandino, Sandra Ramírez y Benkos Biojó; mientras que a la Cámara por Bogotá se encuentran Byron Yepes; por Antioquia, Olmedo Ruiz; por el Valle del Cauca, Marco León Calarcá; por Atlántico, Jesús Santrich; y en Santander, Jairo Quintero.

Sin embargo, el futuro político de este grupo aún es incierto. El Congreso todavía discute las iniciativas que regulan la participación política de ese movimiento.

En la discusión de la Justicia Especial para la Paz, algunos parlamentarios han solicitado que los antiguos guerrilleros solo ingresen al ruedo político una vez resuelvan su situación frente a la Justicia Especial para la Paz (JEP); mientras que en la reforma política, el pasado martes quedó en vilo el artículo 3, que abría el campo para la creación de nuevos partidos políticos, lo que hace parte del acuerdo de paz.

La guerrilla con estas listas aspiran a conseguir las curules por fuerza propia, sumándolas a las cinco en Senado y cinco en Cámara, a las que tienen derecho producto del acuerdo de paz, pero el futuro se ve difícil para ello.

"Damos el paso a la lucha política legal en un contexto en el que las grandes mayorías del país esperan pasar definitivamente la página de la guerra con los acuerdos de paz", dijo Márquez.

El exjefe guerrillero dijo que la Farc tiene la convicción de que se están gestando "los tiempos para hacer realidad las esperanzas de la gente del común".

Márquez exhortó al Congreso de la República para que "tenga la estatura histórica para diseñar los requerimientos que respondan al trámite" de las reformas políticas necesarias para la implementación total del acuerdo de paz ya que hay varios proyectos de ley en ese sentido frenados en el Congreso.

Entre ellos están los de la reforma política, las Circunscripciones Especiales de Paz, la Justicia Especial para la Paz (JEP) y la reforma rural integral "que viene siendo amenazada por un proyecto de ley de tierras gubernamental", dijo Márquez.

La Farc insistieron en que de cara a las elecciones del 2018 están dispuestas a conformar una coalición que permita llevar al poder a un "gobierno de transición" que proteja e implemente el acuerdo de paz.

Imelda Daza, fórmula a la vicepresidencia, quien formó parte del partido de izquierdas Unión Patriótica (UP) y estuvo exiliada en Suecia durante 26 años, pidió en tono fuerte al Gobierno frenar los ataques "sistemáticos" contra organizaciones y líderes populares y advirtió que no puede repetirse el genocidio de la UP.

La UP se fundó en 1985 como parte de un proceso de paz iniciado un año antes por las Farc con el Gobierno del entonces presidente Belisario Betancur, pero fue diezmada en un genocidio que costó la vida a unos 4 mil de sus militantes, entre ellos dos candidatos presidenciales: Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa.

"Yo soy sobreviviente al genocidio contra la Unión Patriótica, no quiero pensar que esa terrible historia se repita", puntualizó Daza, quien insistió en que "hay quienes intentan repetir el genocidio".

Análisis

Según el analista Josias Fiesco, este paso de la Farc a la política no implica pasar a la democracia, “pues tienen curules directas y el agravante es que no están cumpliendo con la palabra del gobierno de que Timochenko no sería candidato presidencial”.

Y advierte que de prosperar el referendo que pretende convocar el Centro Democrático en contra del acuerdo de paz, la participación de los guerrilleros quedaría en entredicho.

“Ellos no van a obtener más votos que los de las curules que tienen por parte de los acuerdos. La prioridad de ellos es inaugurar un nuevo capítulo en la sociedad colombiana, pero no van a obtener los votos que están esperando”, puntualizó.

Para el representante de Voces de Paz en el Congreso, Francisco Tolosa, la esencia del acuerdo es pasar de la lucha armada a la lucha política, y expresó que es imposible saber los resultados de las próximas elecciones.

“Considero que hacer futurología es muy difícil, la Farc no entran a competir por la minoría votante por ese 40%, que es el que elige al Congreso, sino por esos 20 millones que no votan. Ellos van a intentar representar a quienes no nos sentíamos representados, el futuro puede ser prometedor si se garantiza el derecho fundamental a la vida; hoy van 33 excombatientes asesinados y queremos alertar un genocidio a cuenta gotas”.

Otro proyecto que le interesa a la Farc es el de circunscripciones especiales para la paz, donde según dijo Jairo Estrada, “no tendrán participación allí, este acuerdo también es para que hayan caras plebeyas en el Congreso, caras campesinas. La Farc solo participará a Cámara y a Senado, lo demás que sean las organizaciones y movimientos los que construyan sus candidatos y ojalá que lleguen al Congreso”.

Las elecciones para renovar el Senado y la Cámara de Representantes se celebrarán en marzo del 2018 y las presidenciales en mayo en primera vuelta.

El Gobierno y las Farc, que era la guerrilla más antigua y numerosa del continente, firmaron un acuerdo de paz el 24 de noviembre del año pasado poniendo fin a un conflicto interno de medio siglo.