COLPRENSA | EFE | LA PATRIA | CALOTO
Las autoridades y organizaciones sociales rechazan el asesinato de los líderes indígenas en el norte del Cauca.
Para Deivin Hurtado, integrante de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro), es muy preocupante esta situación, porque durante el fin de semana se registraron tres homicidios, el más reciente ocurrió ayer. La víctima fue Gilberto Antonio Zuluaga Ramírez, líder campesino e integrante de Marcha Patriótica, ultimado en el casco urbano de Corinto.
“El compañero estaba en el paradero donde salen las chivas hacia el corregimiento Los Andes, frente a la panadería Don Camilo, esperaba para abordar un vehículo y desplazarse a esta población porque vivía allí, cuando un delincuente se le acercó y le disparó en la cabeza”, explicó Hurtado
El viernes, en horas de la tarde, fueron ultimados con arma de fuego el gobernador del resguardo Huellas, Edwin Dagua Ipia, y el representante comunero Luis Neider Prado Medina, en zona rural de Caloto.
Ahora, con este nuevo homicidio, queda en el ambiente el interrogante sobre qué está pasando en estos municipios.
“Gilberto llevaba mucho tiempo al interior de la Asociación de Trabajadores Campesinos de Corinto y contribuyó en la constitución de una zona de reserva campesina, uno se cuestiona sí existen o no las garantías para los representantes de las comunidades”, agregó Hurtado.
Mientras tanto, la Policía indicó que el CTI de la Fiscalía asumió la investigación de este caso, luego de realizar la inspección técnica al cadáver y de trasladarlo hacia la sede, en Santander de Quilichao, de Medicina Legal.
Los familiares de Dagua Ipia, gobernador del resguardo Huellas, atribuyen su asesinato a sectores vinculados con el narcotráfico.
Así lo expresó Diego Dagua durante el sepelio de su hermano, una ceremonia acompañada por cientos de personas de la comunidad que rechazaron la violencia que los afecta.
Dagua explicó que su hermano formaba parte de un "frente de trabajo" contra los cultivadores de coca, marihuana, consumidores y vendedores de estas drogas ilícitas.
"Consideramos que las amenazas y los hechos vienen de ese sector", aseguró el indígena, quien añadió que sabían de las amenazas de muerte porque su hermano las había comentado con familiares.
Según cifras oficiales, 343 líderes sociales han sido asesinados en Colombia en los últimos dos años, una cifra que varía según las fuentes y que ha generado denuncias de que existe una sistemática en los homicidios.
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