Las tareas del nuevo zar de los Derechos Humanos

Su nombramiento estaba casi que cantado. Ante la imposibilidad de llegar al Senado de la República, porque no alcanzó la votación necesaria, el nombre de Guillermo Rivera se convirtió en la mejor opción que tenía el presidente Juan Manuel Santos para que se ocupara en su segundo gobierno del manejo de la consejería presidencial de los derechos humanos.

Los temas de paz y derechos humanos habían sido manejados en la Presidencia de la República en los últimos 12 años por parte del vicepresidente. Tanto en el gobierno de Álvaro Uribe con Francisco Santos y en la primera administración de Juan Manuel Santos con Angelino Garzón, esos temas tuvieron su responsabilidad.

Ahora, en este cuatrenio el presidente Santos designó a Rivera para que coordine la consejería de los derechos humanos, bajo la tutoría del general Oscar Naranjo. Según el jefe de Estado, Rivera “ha sido una persona que ha venido trabajando por las víctimas hace mucho tiempo, y el país lo conoce porque hasta hace poco fue representante a la Cámara”.

Precisamente en el Congreso pasado el liberal Guillermo Rivera fue uno de los ponentes de la ley de víctimas, y además es quien ha pedido el reconocimiento y resarcimiento de las mismas en los últimos años por parte de los actores del conflicto armado.

Entre las tareas que tendrá Rivera estará la coordinación general del programa de las Naciones Unidas en derechos humanos. También deberá coordinar con otras instituciones el programa de minas antipersonal, además del programa orientado a prevenir el reclutamiento forzado de los menores.

Igualmente su gestión irán muy cercana a la dirección nacional de víctimas, que es la entidad que se está encargando atender y ayudar a las víctimas, tanto desde la resocialización de ellas, como también en gestionar el pago de las indemnizaciones.