Las razones que estancan el proceso de paz con el Eln

Katherine Vega

Colprensa | LA PATRIA | Bogotá

La muerte del agente de la Policía Edinson Burbano, propiciada este viernes en Cauca, y que le fue atribuida al frente José María Becerra del Eln, vuelve a tensionar los ánimos sobre el futuro que tiene un proceso de paz con esta guerrilla.

Este hecho se da luego de una semana en la que el Gobierno Nacional, empezando por el presidente Juan Manuel Santos y terminando por el jefe negociador Frank Pearl, le reiteró al grupo insurgente que se debe iniciar la fase pública de los diálogos.

Pearl incluso fue más allá y dio un ultimátum, al afirmar que el tiempo para la resolución política del conflicto se les acaba, advertencia que no cayó bien en algunos sectores, que la calificaron como negativa y contraproducente, mientras otros aseguraron que debió ser Santos que diera el aviso.

Las preguntas son sin embargo, por qué se ha pasado de decir que la consolidación de la mesa está próxima y que están listos para ella, a echarse la culpa sobre las razones que impiden llegar a la fase pública; y, por qué persisten este tipo de hechos –como la muerte del policía-, que contradice lo que se quiere con la paz.

Razones

Para Víctor de Currea Lugo, profesor de la Universidad Nacional, son tres razones las que impiden este paso: La primera tiene que ver con el desconocimiento del gobierno colombiano sobre los esfuerzos de Venezuela para lograr los diálogos.

“La segunda, con la configuración de la agenda, donde la idea de ‘Transformaciones sociales para la paz’ es criticada por algunos sectores del gobierno, por cuanto para ellos implica tocar el modelo económico y social que no están dispuestos a negociar de ninguna manera. Y la tercera tiene que ver con la fragilidad de los canales directos, lo que hace que haya un sinnúmero de emisarios”, afirma De Currea.

Hasta el momento lo que se conoce es que la agenda con esta guerrilla estaría compuesta por: la ‘Participación de la sociedad’, ‘Democracia para la paz’, ‘Víctimas’, ‘Fin del conflicto armado e implementación de los acuerdos y refrendación’ y ‘Transformaciones Sociales’; el punto que según el profesor, podría convertirse en la diferencia más grande.

De Currea afirma que el problema de las ‘Transformaciones’ es que el Eln plantea que se abran espacios democráticos donde se discuta el modelo económico y social, lo que el Gobierno no quiere.

Errores

Muy diferente opina el analista John Mario González. Reconoce, como lo hace De Currea, que hay temas de la agenda que impiden la fase pública, pero considera que son por un actuar errático del Eln.

“Desde los años 90 quiso hacer un proceso no con el Estado, sino con la sociedad civil, pero eso es imposible. Ahora está condicionando al gobierno a hacer unas consultas locales, ese es otro imposible”, afirma.

Para él, como lo ha dicho el Gobierno Nacional a la guerrilla del Eln, sí se le hizo tarde para el proceso de paz y por ello tendrá que tomar como propio lo acordado en La Habana con las Farc. Una posición contraria a la De Currea, que señala que buena parte de la responsabilidad de que no se hiciera el proceso paralelamente con el Eln recae en el gobierno, al ser esta su decisión política.

Por tanto, González considera que el gobierno debe tomar una actitud más fuerte, de hecho cree que el ultimátum no lo debió dar Pearl, sino el presidente y ahora debe “golpearlos militarmente porque el país no puede quedar a expensas del actuar errático de una guerrilla que no se sabe si tiene unidad de mando para negociar.

¿Por qué continúan las acciones violentas?

Para De Currea, las acciones continúan debido a que no se ha declarado el cese bilateral, por lo que el conflicto continúa. "Por eso tenemos que impulsar la paz, para ahorrarnos la vida de esos policías, de esos guerrilleros y de los civiles”, afirma.

González, aunque no se refirió a los hechos perpetuados por la guerrilla, sí señaló que dentro del grupo habría una división, que sería una razón por la cual se siguen presentando los ataques y hostilidades.

“Hay una división interna en la cúpula, es una cúpula que cada vez tiene menos control sobre sus frentes, por ejemplo alias Pablito, que acaba de ingresar al Comando Central, está imponiendo su visión militar del conflicto y es el que está impidiendo en buena parte negociar”, afirma.

Por lo pronto, no ha habido una respuesta oficial de la guerrilla del Eln al gobierno respecto a su ultimátum. Lo que corresponde es esperar a que el Gobierno Nacional decida, como lo sugiere De Currea, ceder un poco en los aspectos que señala el grupo insurgente; o que el Eln, como lo sugiere González, se dé cuenta de que ya tiene que acogerse al acuerdo de La Habana con las Farc.

En definitiva, y como en cualquier acuerdo, algunas partes, si se quiere llegar a buen término, tendrá que dar su brazo a torcer y rápido, si se quiere abrir la fase pública del proceso antes de la firma con las Farc.

Una paz incompleta

Frank Pearl afirmó que la fase pública de las negociaciones con el Eln se tiene que dar antes de la firma del acuerdo final con las Farc. Esto, según congresistas por la necesidad de hacer la paz completa.

“La urgencia de la paz completa es que no vuelva a pasar lo que nos pasó en los años 90, que venía un proceso de negociación de lo que se llamaba la Coordinadora Nacional Guerrillera. Ese proceso se rompió, terminaron negociando varios grupos pero quedaron por fuera las Farc y el Eln. Hoy nos puede pasar lo mismo, es decir, si hay un proceso de paz con las Farc, y no se puede seguir con el Eln, vamos a tener más años de guerra en el país”, afirma el congresista Alirio Uribe.

Señala también que es posible que zonas que ocuparon las Farc las termine ocupando el Eln y que la gente que no esté de acuerdo con el proceso de paz se pase sus filas, por lo que lograr el acuerdo con ellos sería una medida preventiva.