La cirugía podría afectar la imagen política de Vargas Lleras

Con normalidad transcurre la recuperación del vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien fue operado exitosamente de un meningioma en la Fundación Santa Fe de Bogotá. No obstante, aunque fue exitosa la cirugía los médicos le recomendaron al funcionario gradar reposo por, al menos, cuatro semanas.

En un comunicado de tres párrafos la clínica reportó que “se prevén días de hospitalización. Acorde a su evolución será dado de alta”.  Esto luego de que en diciembre pasado esa misma institución médica, le diagnosticara esta enfermedad, aclarando que su origen no se relaciona con el estrés, ni con el exceso de trabajo.

Sin embargo, en los corrillos políticos cuestionan si este periodo de reposo afectará de alguna manera  la ejecución de los temas que están a cargo de la Vicepresidencia de la República, como lo son: Vivienda, infraestructura y los Proyectos Estratégicos de Interés Nacional (Pines).

Al respecto, el analista John Mario González, estima que los proyectos que ya se encuentran en ejecución no se verán afectados. “Lo que sí puede pasar es que se represen los planes que están en proceso de perfeccionamiento, previos a la firma”, explicó.

Por el contrario Cristian Rojas, analista político de la Universidad de la Sabana, consideró que aun estando en su periodo de incapacidad, el “ejecutor”  de Santos seguirá de cerca la gestión de sus ministros de Transporte y Vivienda, Natalia Abello y Luis Felipe Henao.

No obstante, ésta no será la mayor preocupación de Vargas pues, en opinión del experto, podrá pesarle políticamente el hecho de desaparecer de sus correrías por el país, especialmente si aspira a vencer en las urnas en las próximas elecciones presidenciales.

“No es un secreto que todo este trabajo intenso de obras e infraestructura, hace parte de un proyecto político, de una campaña que eventualmente puede verse afectada porque Vargas no saldrá en las fotos del próximo mes examinando vías o entregando casas”, señaló Rojas.

Precisamente, las dificultades de salud eclipsaron debates políticos en el pasado, este es el caso de la excanciller Noemí Sanín quien sufrió un desmayo durante el lanzamiento de su campaña en 2002. También Antanas Mockus, contendor del presidente Juan Manuel Santos en 2010, que en medio de su campaña por la presidencia, confirmó que tenía comienzos de Parkinson.

“Esas dificultades de salud no son independientes de la proyección de un candidato, o un funcionario,  siempre ha sido un tema que puede debilitar a una figura como Vargas ante la opinión pública”, concluyó.