Juzgarán en España a líder de sicarios colombianos

Dávalos no fue juzgado por ese crimen junto a sus presuntos cómplices, en un proceso en el fueron condenadas trece personas, porque en ese momento estaba detenido en Colombia.

Fuentes oficiales colombianas informaron en febrero pasado de que las autoridades del país latinoamericano habían extraditado a España al acusado, reclamado por la Justicia española por varios delitos, entre ellos el de asesinato.

La Fiscalía en España le considera autor de los delitos de asociación ilícita, asesinato, intento de detención ilegal y tráfico de drogas de notoria importancia, por lo que le pide 36 años de prisión.

En abril de 2011, la Justicia española condenó a 37 años de cárcel a Cristian Andrés G.E. por dirigir en España, cumpliendo orden de Dávalos, la banda del "Señor del Ácido" y haber asesinado en 2007 en Ciempozuelos (Madrid), por deudas de drogas, a un hombre cuyo cadáver apareció descuartizado y rociado con ácido.

Otros doce procesados, la mayoría ecuatorianos, también fueron condenados entonces por diversos delitos, entre ellos el citado asesinato.

El escrito del Ministerio Público recuerda que "Pampo" era jefe de una organización dirigida "a efectuar el cobro de deudas derivadas del tráfico de drogas por cuenta de cárteles de la droga colombianos o de cualquiera otra persona que le contratase para tal cometido", y dio desde Colombia diversas órdenes a sus subordinados en España.

Así, según la acusación, mandó matar a Fernando D.S. en septiembre de 2007, en Ciempozuelos, por una deuda de drogas, y que se cortara su cuerpo y se introdujera en un barreño con ácido sulfúrico y clorhídrico para evitar su identificación.

El fiscal también le acusa de haber ordenado privar de libertad a Héctor Fabio H.M. en diciembre de 2007 para cobrar una deuda de 10.000 euros por otro asunto de drogas, aunque finalmente el hombre y su pareja sentimental pudieron escapar con ayuda de la Policía.

Las víctimas renunciaron a poner denuncia porque, según dijeron a los agentes, "la gente que había intentado secuestrarles era muy peligrosa y temían por su vida".

El tercer hecho delictivo -sigue el escrito- es la orden de transportar 15 kilos de cocaína y 135.000 euros pagados como una deuda de drogas por una persona apodada "el abuelo" de Barcelona. EFE