Hombre asesinó a su esposa e hijo y se suicidó en Santa Marta

COLPRENSA | LA PATRIA | Santa Marta

Los cadáveres fueron hallados en el interior de un apartamento del edificio Balcones del Sol en la zona Sur del balneario. La Policía cree que la tragedia ocurrió en medio de las drogas y el licor. 

Una dantesca escena criminal hallaron ayer las autoridades de Policía de Santa Marta, cuando al interior de un apartamento del sector Sur de El Rodadero encontraron los cuerpos sin vida de tres personas: un hombre, su mujer y su pequeño hijo de apenas 5 años. 

El olor nauseabundo y putrefacto que en las horas del mediodía del lunes salía del apartamento 302 del edificio Balcones del Sol, en El Rodadero Sur, puso al descubierto la tragedia en la que el piloto Alejandro Garrido Molina mató con un cuchillo a su esposa Johana Ramírez Rodríguez y a su hijo Salomón Garrido Ramírez de cinco años y luego se suicidó. 

El horrendo caso pudo haber ocurrido, según los investigadores de Policía Judicial, en la mañana del domingo. 

Garrido, tal vez aturdido por su posible enfermedad mental y el consumo de licor y droga, entró en un estado de locura transitoria y arremetió sin piedad contra su mujer y su pequeño hijo. La habitación donde se produjo el horripilante hecho, quedó convertida en una escena de terror y miedo, con los cuerpos en estado de rigidez y ensangrentados. 

AVISO A LA POLICÍA 

Los vecinos del apartamento donde se produjo la masacre, a causa del fuerte olor se comunicaron con el número 123 del Comando de la Policía Metropolitana de Santa Marta, anunciando además, que desde el fin de semana no habían visto a los miembros de esa familia. 

Las patrullas del Cuadrante hicieron presencia en la carrera 1B número 15-71. El apartamento 302 se encontraba cerrado, con seguro por dentro, por lo que la dueña del inmueble se presentó con una copia de llave y las autoridades lograron entrar. 

La diligencia de inspección de los cadáveres estuvo a cargo de personal del Cuerpo Técnico de Investigaciones, CTI. 

LOS CUERPOS 

Cuando la Policía Judicial entró al apartamento el olor fue más penetrante. El abanico estaba encendido esparciendo el aire maloliente en varias direcciones. 

El televisor de 21 pulgada también estaba prendido en un canal infantil de Tv Cable. El cuerpo del piloto estaba desnudo, boca arriba, sobre la cama, con la sangre disecada en el tórax y brazos. A su lado se observaba a su hijo, también boca arriba, vistiendo solamente una pantaloneta roja y con una de sus vísceras expuesta sobre su vientre. 

Más adelante, en el piso, estaba una colchoneta y sobre ella el cuerpo de la mujer, en la misma posición de su marido y su hijo. Tenía puesto un short y un top de color azul manchados de sangre que le brotó de las heridas que registraba en el pecho. 

HALLARON LICOR Y DROGA 

Cuando las autoridades inspeccionaron el lugar encontraron pequeñas bolsas plásticas que contenían estupefacientes, como también botellas de licor consumidas y el cuchillo ensangrentado utilizado por el piloto. 

En la habitación se halló además un revólver, de acuerdo con lo informado por el coronel Francisco Gélvez, Comandante Operativo de la Policía Metropolitana, quien estuvo en el lugar de los hechos, al igual que la coronel Sandra Vallejos, Comandante de la institución en Santa Marta. 

También se hallaron medicamentos para el control de la esquizofrenia, debido a que al parecer Alejandro Garrido padecía de enfermedad mental. Algunas personas comentaron a las autoridades, que la pareja en días pasados estuvo discutiendo y que al interior del apartamento se escucharon gritos. 

Igualmente se conoció por parte de un vecino que “ellos siempre andaban juntos, es decir, la pareja y el niño, salían con frecuencia, se les veía pasear”. Pero, de otra parte, se supo de una versión, en el sentido de que a él, en los últimos días se le notaba con un comportamiento irregular y con delirio de persecución. 

Su situación económica se estaba tornando precaria, hasta el punto que al parecer se encontraba atrasado en el pago del último mes de arrendamiento. Uno de sus vecinos dijo que lo había visto el pasado sábado en la tienda, comprando detergentes y útiles de aseo.