LA PATRIA
Enrique Quintero Valencia, abogado y profesor de derecho internacional, dijo que el fallo se considere inaplicable es un absurdo, porque no es unilateral. La solución es la que ha estado sugiriendo el presidente Ortega: que entren a conversar los dos gobiernos. "Declararlo inaplicable es complicar las cosas, porque incluso algunos expresidentes que han profundizado en el caso dicen que no tiene sentido negar el acatamiento del fallo".
Aseguró que ese fallo de la Corte de La Haya ni siquiera pudo tener fundamento jurídico claro y concreto como existe para problemas marítimos, porque Colombia no ratificó la Convención de Jamaica en 1982, donde están todas las soluciones ya pensadas para esos problemas. Eso le dio a la Corte la posibilidad de fallar con base en equidad, lo que considerara mejor, dejándole las puertas abiertas a La Haya para hacer lo que hizo.
En el caso de Colombia y Nicaragua es claro que la competencia de la Corte se determina desde el momento en que el país aceptó ser demandado, ese fue el error. "Ninguna nación puede ser demandada ante un tribunal internacional si no acepta la demanda. Dijo: demándeme y la demandaron. Y luego Colombia pagó cuantiosos honorarios para alegar que la Corte no era competente, sabiendo que aceptó esa competencia".
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