En marcha la apertura temporal de la frontera

La Opinión | LA PATRIA | Cúcuta

1:00 p.m. fue la hora estipulada para abrir los pasos fronterizos entre Colombia y Venezuela para que cientos de conductores de vehículos de carga y transporte público regresaran a sus lugares de registro.

Las fronteras se abrieron durante cinco horas, hasta las 6:00 p.m. Los vehículos cruzaron sin ningún tipo de carga.

Se esperaba que por los pasos fronterizos de Paraguachón (La Guajira), Cúcuta (Norte de Santander) y Arauca (Arauca), transitaran unos 750 vehículos: 250 colombianos y cerca de 500 de Venezuela, que estaban del otro lado, luego del cierre de los límites entre ambos países, decretado por el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, hace cerca de seis meses.

El delegado de la Cancillería colombiana, Víctor Bautista, manifestó que a partir de la 1:00 de la tarde hasta las 6 p.m. se habilitó el paso de los vehículos que quedaron represados en Cúcuta y Venezuela y aclaró que no se permitirá el paso de mercancía ni se han reactivado las importaciones y exportaciones por las dos zonas.

Particulares

Aunque el gobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma, había asegurado que solo se permitiría el paso de vehículos de carga pesada, automotores particulares también podian pasar, ya que hacen parte de un censo.

El paso de vehículos se cumplirá en simultánea con los puestos fronterizo de Paraguachón y Arauca.

El Ministerio de Relaciones Exteriores hizo un llamado a los propietarios de los vehículos beneficiados con la apertura temporal de las fronteras, para que tengan todos los documentos al día para realizar el retorno. Esto es, la tarjeta de propiedad del vehículo, el SOAT y el certificado de emisión de gases, de ser requerido.

Las autoridades manifestaron que quienes no figuren en el censo no podrán pasar, pero algunos conductores guardan la esperanza de poder cruzar la frontera con sus vehículos.

Seis meses

El pasado 21 de agosto, el presidente de Venezuela tomó la decisión de cerrar las fronteras, aduciendo problemas de inseguridad por cuenta de los colombianos que pasaban a su país. Maduro usó como argumento el combate del paramilitarismo colombiano que, según él, se había apoderado de su territorio.

Tras la decisión unilateral tomada por el gobierno del vecino país, más de 20 mil ciudadanos colombianos que vivían en Venezuela fueron obligados a abandonar sus viviendas. Desde el Palacio de Miraflores se dio la orden de hostigar a los connacionales, a tal punto de exigir la demolición de las casas que habitaban. Estas, finalmente eran marcadas por la Guardia Nacional de Venezuela con determinadas letras, con el fin de diferenciarlas de las demás.