Eln, con terror, condiciona mesa de diálogos

COLPENSA | LA PATRIA | BOGOTÁ

El paro armado convocado por el Eln, finalizado ayer, estuvo marcado por cerca de 20 acciones delictivas contra la infraestructura y enfrentamientos con la Fuerza Pública, principalmente en Cesar, Antioquia, Norte de Santander, Arauca y Cauca donde hay presencia criminal de esta guerrilla.

La oleada de violencia se inició el pasado sábado con la detonación de una carga explosiva en el Puente amarillo, en el municipio de Pelaya (Cesar), y otro atentado en esa misma vía en el sector de Boquerón, en jurisdicción del municipio de Curumaní, que afectó el pavimento de la carretera.

El último hecho que se registró en ese paro armado fue en Norte de Santander, donde fue asesinado el soldado profesional Didier Yovany Cobo, al recibir un impacto de bala tras un enfrentamiento con el frente Luis Enrique León Guerra del Eln.

El Ejército Nacional reportó que 12 actos delictivos fueron neutralizados por la Fuerza Pública en el transcurso de ese paro armado.

Sin embargo, en medio de estas acciones del Eln, sus delegados en la mesa de negociaciones de paz se reunieron en Quito (Ecuador), desde donde manifestaron que mantenían su disposición para continuar con las conversaciones y pactar un nuevo cese el fuego.

Para los analistas, con estos actos el grupo subversivo busca presionar al Gobierno Nacional en la mesa de conversaciones que se adelanta en Quito.

El profesor de Ciencia Política y experto en conflicto armado de la Universidad del Rosario, Vicente Torrijos, consideró que el objetivo de la guerrilla con este paro armado se cumplió, porque tiene condicionado al Gobierno en la mesa de negociación con unas acciones terroristas.

El experto de la Universidad del Rosario explicó que el Gobierno “en su afán de llegar a un acuerdo similar al que se firmó con las Farc, viene demostrando que está dispuesto a exculpar a este grupo una y otra vez, y no tardará mucho en oír manifestaciones de que el diálogo es necesario, debido a que el Eln ha demostrado suficiente capacidad armada y no le queda otro margen de maniobra”.

Con esta apreciación concuerda Carlos Medina, miembro del Centro de Pensamiento y Seguimiento a los Diálogos de Paz de la Universidad Nacional, quién explicó que con este paro armado el Eln quería llamar la atención del Gobierno para reactivar el quinto ciclo de conversaciones y avanzar en un nuevo cese el fuego bilateral.

“Igualmente están llamando la atención sobre el número de asesinatos de líderes sociales que se han producido en los últimos meses como consecuencia de la acción paramilitar e institucional que ha generado no solo una difícil situación para la implementación del proceso de paz con las Farc, sino también para los mismos diálogos con el Eln”, explicó Medina.

Torrijos también consideró que el poder del grupo subversivo reside en el apoyo que ha recibido del gobierno venezolano, los nexos que hay con las Farc y aspectos que heredaron de este grupo como las rutas del narcotráfico, las armas que no fueron entregadas y el control de áreas geográficas.

“Es necesario que estos puntos hagan parte de la agenda, porque la población entendería que verdaderamente hay un giro en las conversaciones y una voluntad de lucha contra el terrorismo", explicó el profesor del Rosario.

Mesa de conversaciones

El profesor Medina señaló que hay tres dificultades que atraviesa la mesa de conversaciones y es que el Eln está viendo incumplimientos en el acuerdo de paz con las Farc.

“Eso genera cierta resistencia para llegar a un acuerdo, el recrudecimiento del ciclo de violencia y esta generación de una etapa de reciclaje de actos delictivos en los territorios preocupan sustancialmente al Gobierno y es un punto en el que no se han podido poner de acuerdo para frenar este tipo de ofensivas”, explicó.

Para el profesor de la Universidad Nacional, otro aspecto que dificulta las conversaciones es el proceso electoral de este año, porque “está cargado de polarización y resulta difícil hacer algún tipo de acompañamientos político y social al proceso de conversaciones que se adelanta en Quito”.

Torrijos va más allá y señaló que el Gobierno quiere completar su periodo en función de la firma de un acuerdo no solo con las Farc, porque sería una obra incompleta, sino también con el Eln, porque eso le daría un sentido histórico a la obsesión que tiene el presidente, Juan Manuel Santos.

Para el experto en conflicto, en los meses que quedan de mandato, el gobierno va a hacer todo lo posible para lograr un acuerdo preliminar, principalmente algo que pueda ser mostrado ante la historia. “Veo que el Gobierno está presionando a las Farc para que influya sobre el Eln, con el fin de que esto se logre, pero estos grupos saben perfectamente que la mejor manera de hacerlo es doblegando la voluntad presidencial, demostrando superioridad y capacidad armada”, explicó.

“El Gobierno no va a ir más allá de lo que ha hecho hasta el momento, de congelar los diálogos, pero declarar que las conversaciones han sido canceladas de forma definitiva no lo creo y esto lo podemos ver en las últimas frases del presidente Santos, quien hace unos días señaló que va a ser muy difícil restablecer los diálogos”, indicó el profesor del Rosario.

Carlos Medina señaló que las conversaciones están en crisis y será muy difícil que se reactiven los diálogos después de esta escalada violenta que se ha presentando en cinco regiones del país.

“El Gobierno no ha suspendido de manera definitiva los diálogos, pero cada vez está más lejos las posibilidades de que se reinicien estas conversaciones, dada la dinámica del conflicto que se viene presentando como consecuencia de la activación de las acciones de guerra del Eln. Lo más seguro es que, pese a los esfuerzos que han realizado distintos sectores de la comunidad internacional, la Iglesia, las ONG, esa mesa termine suspendiéndose y esperando una nueva oportunidad en otro tiempo y con otro gobierno”, indicó.

El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, dijo que pedirá una circular roja de Interpol contra los jefes del Eln que tienen asuntos pendientes con la justicia.