El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), entregó el informe 'Colombia: situación humanitaria', en el que se registran 617 casos de presuntas violaciones al Derecho Internacional Humanitario que incluyen homicidios, desapariciones, amenazas, ataques contra la misión médica y violencia sexual, que se registran en 39 ciudades del país.
Así lo expuso el coordinador del CICR en Colombia, Jordi Raich, en la presentación del informe anual, en el que subrayó que "no sólo Medellín y Buenaventura" están expuestas a problemas humanitarios derivados de la violencia.
Medellín presenta dos caras, una que la encumbra como la ciudad más innovadora del mundo y otra que sufre las tensiones y las "fronteras invisibles" que marcan los "combos" o bandas, por lo que el CICR ha desplegado un dura acción para promover el respeto a la vida y a la dignidad humana desde la educación.
Otra situación que persiste es la desaparición forzada, pues en el 2013 fueron reportados 7.464 casos; frente a ello, el jefe de la delegación aseguró que se le debe prestar mayor atención a estas situaciones que pueden ser persistentes en el periodo de posconflicto así como a la contaminación a causa de las armas o artefactos de guerra.
Participación
Por su parte, en Buenaventura coexisten todos los actores del conflicto, pero su población sufre sobre todo una guerra entre las bandas paramilitares de Los Urabeños y La Empresa, una situación que ya alertó el CICR en su informe del 2012 y que explotó en marzo pasado, cuando trascendieron altas cifras de homicidios y descuartizamientos.
Estas situaciones violentas se presentan cuando en ciertos puntos urbanos conviven miembros de las guerrillas y de las otras bandas narcoparamilitares, así como cuando la violencia obliga a las víctimas a cambiar de barrio o a desplazarse del campo a las ciudades, según Raich.
Los oficiales de esta organización imparcial, neutral e independiente en el terreno han documentado 207 violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH) y al Derecho Internacional de los Derechos Humanos (DIDH) en 39 cascos urbanos que pertenecen a 14 de los 32 departamentos del país.
De acuerdo con el informe, el diálogo del CICR con los "portadores de armas" para que respeten a la población civil "aún presenta algunos retos".
En el informe también se expone la necesidad de promover proyectos productivos para lograr un proceso de reparación integral de las víctimas articulando con todos los organismos estatales. De igual manera se trató el tema de las personas que se encuentran en los centros carcelarios, en donde el Comité hace un acompañamiento para garantizar que les sean respetados sus derechos.
En otras zonas
Según Raich, también en entornos urbanos como Cali (Valle del Cauca) y Tumaco, el segundo puerto del Pacífico situado en Nariño, sufren amenazas y asesinatos, la utilización de menores, el peligro que suponen los restos de explosivos y la violencia sexual.
Las ciudades también están expuestas a las desapariciones forzadas, el desplazamiento intraurbano y las "fronteras invisibles" que complican el acceso a la salud y a la educación, además de la libre circulación por los barrios.
El CICR tiene también acciones de prioridad en centros urbanos como Tibú y Cúcuta, en la zona fronteriza con Venezuela; Puerto Asís, vecino a Ecuador; San José del Guaviare y Florencia, en el sur, y Quibdó, entre otros.
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