Drogas ilícitas, tema importante para la paz

Durante la clausura del Foro Sobre el Problema de las Drogas Ilícitas se presentaron las conclusiones que surgieron tras dos días de deliberación. Estas conclusiones serán organizadas y sistematizadas por las Naciones Unidas y la Universidad Nacional para luego ser entregadas a las comisiones negociadoras del Gobierno y las Farc en La Habana (Cuba).

El problema de las drogas ilícitas fue abordado durante el foro, basándose en tres ejes fundamentales y en esa medida se sacaron las conclusiones.

Cultivo de uso ilícito

En este tema se configuraron seis mesas de discusión, en las que se propusieron ideas para acabar o regularizar los cultivos de uso ilícito sin afectar a la población campesina que, por diversas circunstancias, se ven obligadas a realizar esta actividad.

La conclusión que fue más común entre las mesas que discutieron este tema fue que la política de erradicación de cultivos ha sido un fracaso en todos los términos posibles. El primero de ellos porque la fumigación con glifosato ha generado efectos adversos sobre cultivos legítimos, ha deteriorado las tierras y afectado la salud de las comunidades campesinas que viven en medio de esta actividad.

El segundo factor es que las personas dedicadas a este tipo de cultivos denuncian varios abusos de los erradicadores de plantas de coca o marihuana, presentándose en forma de chantajes, amenazas e incluso acoso sexual a las mujeres, especialmente a las menores.

En este sentido, los participantes del foro concluyeron que se pueden implementar dos soluciones: La primera sería que la erradicación de los mismos fuera concertada con las comunidades, para lo que pidieron garantías de sostenibilidad, especialmente mientras se va haciendo la sustitución, la cual deberá ser paulatina.

La otra vía sería la despenalización de los cultivos cuando se haga un uso legal de ellos, como por ejemplo el medicinal de la hoja de coca o en los ritos ancestrales de los indígenas. Esto sería acompañado por políticas sociales que garanticen la seguridad de los campesinos y el uso legal de estos cultivos.

Los recursos para financiar este tránsito a la sustitución vendrían de la construcción de un fondo nacional agrario al que aporte principalmente el Estado, pero también con una importante participación de la empresa privada, especialmente la que comercia con los productos del campo.

Dentro de las propuestas, también se planteó que en la sustitución de cultivos se contemple el tema ambiental, con el fin de preservar los recursos naturales en su integridad, promoviendo un uso razonable de los mismos.