Despedida por partida doble del ministro de Defensa y el presidente del CGT

EFE | LA PATRIA | BOGOTÁ

La covid-19 cobró en la madrugada de ayer la vida de dos destacados personajes públicos del país. Se trata del líder sindical colombiano Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), y del ministro de Defensa y excanciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo García.

El deceso de Gómez, de 70 años, se produjo en la madrugada de ayer en una clínica de Bogotá en la que estaba desde finales de diciembre pasado. Unas horas después Trujillo, de 69 años, fallecía en el Hospital Militar Central de Bogotá. Allí estaba internado desde el 14 de enero después de ser trasladado de la clínica Iberoamérica de Barranquilla.

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Trujillo García nació en Cartago y se formó como abogado en la Universidad del Cauca.

Trujillo era uno de los alfiles del presidente Iván Duque, a quien aspiraba a suceder en la jefatura de Estado en 2022. Abogado de dilatada carrera en la política y la diplomacia, Fue un fiel escudero del mandatario y figura de peso del partido de derecha Centro Democrático, fundado y dirigido por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) y del cual hace parte Duque.

"Carlos Holmes fue mi amigo, mi compañero de lucha, mi coequipero y mi ministro en dos carteras", resumió el presidente en la declaración que dio en la madrugada al país para informar del deceso.

El ministro fallecido era hijo del dirigente liberal Carlos Holmes Trujillo Miranda, uno de los barones electorales del Valle del Cauca y de quien heredó su pasión por la política y por el servicio público, que ejerció durante décadas.

Fue el primer alcalde elegido por voto popular de Cali en 1988; miembro de la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución de 1991 y ministro de Educación (1992-1993) en el Gobierno del liberal César Gaviria.

También fue alto consejero para la paz (1994-1995) y ministro del Interior (1997-1998) en el gabinete de Ernesto Samper; cónsul de Colombia en Tokio, embajador en Austria, en Rusia, en la Organización de Estados Americanos (OEA) y jefe de Misión de Colombia ante la Unión Europea en Bruselas, entre otros cargos.

En el Centro Democrático se convirtió en una de las figuras de proyección nacional de ese partido y llegó a ser compañero de fórmula presidencial de Óscar Iván Zuluaga en las elecciones de 2014, en las que finalmente fue reelegido Juan Manuel Santos.

Crítico del acuerdo de paz con las Farc, firmado en noviembre del 2016, su peso político en el Centro Democrático creció con el surgimiento de Iván Duque como candidato presidencial en el 2018 y llegó a perfilarse como la carta de un sector duro del uribismo para las próximas elecciones presidenciales.

En el Centro Democrático jugó un papel fundamental en la elaboración del que sería el programa de Gobierno de Duque, quien tras ganar la presidencia, en junio del 2018, lo nombró canciller, la primera designación de su gabinete.

Como titular de Relaciones Exteriores, Trujillo trabajó por el fortalecimiento de las relaciones con Estados Unidos y encabezó el llamado "cerco diplomático" contra el régimen de Nicolás Maduro, al que consideraba "una amenaza a la seguridad regional".

El 12 de noviembre del 2019, después de permanecer 15 meses al frente de la diplomacia colombiana, Duque lo movió al Ministerio de Defensa para atajar una crisis por cuestionadas operaciones militares contra guerrilleros en las que murieron menores de edad, y por las polémicas declaraciones del entonces ministro Guillermo Botero.

En el Ministerio de Defensa, Trujillo desarrolló una intensa actividad diaria que incluía visitas a instalaciones militares y consejos de seguridad.

También lideró la campaña de erradicación de cultivos ilícitos para responder a las críticas de Washington sobre el crecimiento exponencial en los últimos años de las hectáreas cultivadas con coca en el país.

Ese cargo le dio la visibilidad interna que, según sus críticos, buscaba para cimentar su aspiración presidencial para 2022, admitida por él mismo a comienzos de febrero del 2019 en un foro académico en Medellín.
Sin embargo, su gestión como ministro de Defensa estuvo marcada por la polémica debido a su amparo a militares y policías involucrados en denuncias de abuso de la fuerza, violaciones de los derechos humanos o de corrupción, por lo cual sorteó con éxito en el Congreso varias mociones de censura promovidas por la oposición de izquierdas.

"Murió lleno de logros y de proyectos, de honores y de sencillez. Su vida fue la encarnación del patriotismo", manifestó el presidente Duque.

El sindical

Gómez nació en Cachipay (Cundinamarca) y trabajó por alrededor de 40 años en el CGT.

Líderó las reuniones para acordar los aumentos del salario mínimo con el Gobierno nacional y también hizo parte del comité de paro del 2019. Asimismo, hacía parte de la Junta Directiva del club de fútbol Independiente Santa Fe.

Su muerte también fue lamentada por distintos sectores que destacaron su vida de servicio al movimiento sindical y su capacidad para buscar soluciones negociadas a los problemas de los trabajadores. "Pierde Colombia a un líder de la defensa del trabajo, la producción nacional y el trámite pacífico de las diferencias", manifestó el senador Jorge Enrique Robledo, del movimiento de izquierdas Dignidad.

El presidente Iván Duque a través de su cuenta de Twitter indicó: "Expreso mi dolor por el fallecimiento de Julio Roberto Gómez. Fui su amigo y admiré su lucha por el bienestar de los trabajadores. Forjamos consensos y nos respetamos en el disenso. Mi solidaridad a su familia, y los acompañamos en esta dolorosa situación".

También el expresidente Álvaro Uribe dio a conocer sus condolecias. "Me duele mucho, Julio Roberto fue un gran demócrata, me permitió ser su amigo en el acuerdo y en la diferencia", dijo Uribe, quien fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010.