Corte pide estudiar impacto de insecticidas en abejas

Efe | LA PATRIA | Bogotá

Un tribunal de Colombia ordenó al Gobierno realizar estudios y definir una hoja de ruta para limitar o incluso prohibir el uso de insecticidas que han sido vinculados con la muerte de abejas y de otros insectos polinizadores, según una sentencia divulgada ayer.

La determinación la tomó el Tribunal Administrativo de Cundinamarca al adoptar una decisión sobre una acción popular instaurada por el abogado Luis Domingo Gómez Maldonado, que busca proteger los derechos e intereses colectivos de un grupo de personas.

El tribunal ordenó al Gobierno "la conformación de una mesa de trabajo sobre la utilización de los neonicotinoides en Colombia" de la cual harán parte el ICA, la ANLA, los ministerios de Agricultura y Ambiente y la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), entre otros.

Esta mesa deberá construir un programa de sustitución del uso de estos productos químicos y adoptar otras alternativas para el manejo de plagas, explicó el también activista por los derechos de los animales.

Gómez -que fue el mismo abogado que pidió la libertad del oso Chucho, que fue trasladado desde Manizales (Caldas) al Zoológico de Barranquilla- recordó que en Europa este tipo de insecticidas ya están prohibidos y remarcó que su uso incide en la desaparición de alrededor del 30% de las colmenas en un año.

"Está demostrado que cerca del 75 % de los alimentos que consume el ser humano y otros animales son posibles únicamente gracias a la labor de polinización que ellos hacen, al permitir que sigan acabando con estas colonias de abejas de polinizadoras, sencillamente estamos afectando la salud humana", aseveró.

Prohibidas

La Comisión Europea prohibió este lunes la renovación del thiacloprid, un pesticida que, según la Autoridad Europea para la Salud Alimentaria (AESA o EFSA), es peligroso para humanos y animales y supone un riesgo para el medioambiente.

El thiacloprid forma parte de los neonicotinoides, sustancias derivadas de la nicotina que la AESA relaciona con la mortalidad de las abejas.

Se trata del cuarto neocotinoide que Bruselas prohibirá desde el 2013, tras el veto al imidacloprid, al clothianidin y al thiamethoxam.