Condenan a 15 años al líder de narcos colombianos que operaban en España

La sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, condena a  Leonardo Dávalos Jiménez a nueve años de prisión por un delito de tráfico de drogas, tres más por asociación ilícita y otros tres por detención ilegal en grado de tentativa.

No obstante, le absuelve del delito de asesinato al entender que no ha quedado acreditada su participación en la elaboración del plan y la ejecución del asesinato de José Fernando D.S., en septiembre de 2007 en la localidad madrileña de Ciempozuelos, por una deuda de drogas.

El mayo pasado Dávalos Jiménez, alias "Pampo" fue juzgado por el asesinato de Fernando D.S., cuyo cadáver apareció descuartizado y rociado con ácido, y fue hallado por un fotógrafo aficionado que vio "dos piernas saliendo de la tierra".

"Pampo", para quién el fiscal pedía 36 años de cárcel, no fue juzgado, hace ahora catorce meses, junto a otros trece integrantes de esta banda en España porque entonces estaba detenido en Colombia, país que luego lo extraditó a España.

En la sentencia, la Audiencia Provincial de Madrid considera, sin embargo, que no se ha acreditado que Dávalos fuera quien dio la orden para que se cometiera dicho asesinato.

Además, cita el informe policial que señalaba que las personas que utilizaran la casa de Ciempozuelos para cometer el homicidio pertenecen a un grupo, en el que no todos sus integrantes están condenados por asociación ilícita por su pertenencia a la banda "Señor del Ácido".

En ese sentido, el tribunal indica que desconoce las funciones que cada uno de los miembros del grupo pudieran tener en el mismo, por lo que entendió como no acreditado que el procesado diese las órdenes para cometer el asesinato.

Sin embargo, sí considera acreditado que el procesado ordenó privar de libertad en 2007 a Héctor Fabio H.M. para cobrar una deuda de 10.000 euros por un asunto de drogas, aunque el secuestrado y su pareja sentimental pudieron escapar con ayuda de la policía.

Por este hecho, le condena a tres años de cárcel como autor de un delito de detención ilegal en grado de tentativa.

También le impone otros tres años de prisión por asociación ilícita al considerar que era el jefe de dicha banda de sicarios colombianos que había constituido una "oficina de cobros" o de "extorsión" integrada en su mayoría por colombianos, a quienes daba las órdenes desde Colombia.

Por último, le impone nueve años de cárcel por un delito contra la salud pública por haber dado la orden de transportar 15 kilos de cocaína y 135.000 euros pagados como una deuda de drogas por una persona de Barcelona apodada "el abuelo".