Con lenguaje braille enseñan música en la Universidad de Barranquilla

Barranquilla. Desde hace 190 años, Louis Braille inventó un sistema de puntos en relieve para que las personas con discapacidad visual pudieran leer, escribir, utilizar equipos de computación e incluso componer y leer música. Es por esto último que Julián Navarro, director del departamento de Música de la Universidad del Norte, ha implementado este sistema desde que una joven con una enfermedad degenerativa de la visión ingresó a la universidad, hace dos años, superando con creces las audiciones y pruebas que componen el examen de admisión para el estudio de la carrera.

Se trata de Andrea Orozco, una joven dedicada al canto desde muy pequeña y que logró notoriedad en el país al participar en el concurso televisivo ‘La Voz Colombia'. Fue en la música donde Andrea encontró la forma de desarrollarse como persona, a pesar de las limitaciones que le imponía su diagnosis de retinosis pigmentaria, la cual ha ido disminuyendo su capacidad visual, hasta el punto que solo puede observar manchas y sombras.

Aunque Andrea no era su estudiante directamente, Navarro se tomó la tarea de ayudarla personalmente en el proceso, estableciendo jornadas semanales de estudio del braille en los cuales ella aprendía "y yo también, porque yo no sabía. Pero empezamos a desarrollar unas herramientas, entre ellas fue traducirle a braille todo el material de Solfeo II, Solfeo III y Solfeo IV", asegura Navarro.

Primero lo realizaban en máquina Perkins, una especie de máquina de escribir con seis teclas, utilizada para marcar en papel la combinación de seis puntos en relieve que componen cada uno de los caracteres del sistema braille, y que Andrea puede leer mediante su tacto.

"Esta maquinita la adquirí por mi propia cuenta y estoy muy ‘encarretado'. Primero le enseñé el braille en texto para empezar a enseñarle música, que tiene el mismo sistema: la letra D es igual a Do, la E es igual a Re la F es igual a Mi… " y así sucesivamente hasta Si, hasta construir el sistema musical.

Ante la dificultad que implica transcribir un libro completo con una rústica máquina Perkins, Navarro solicitó a la Universidad la adquisición de una impresora braille, una gran inversión dado el elevado costo de este artefacto.

“Logramos que desde la rectoría se aprobara el presupuesto para comprarla y actualmente se está gestionando otra para la Biblioteca. Tengo entendido que es la segunda en Barranquilla; la otra está en la Biblioteca Piloto del Caribe. Entonces ya con esa máquina nos dedicamos a hacerle el material más fácil a Andrea, instalando en el computador los programas que se necesitan para eso”, relató el profesor.

Desde 2016, Navarro en cabeza del programa de Música, introdujo este proceso de enseñanza como un laboratorio pedagógico en el Centro para Excelencia Docente de Uninorte, el cual arrojó resultados muy positivos.

“Presentamos todos nuestro material, pero nos dimos cuenta al final de la investigación que no solamente había sido necesario que hubiera un material en braille, sino que también hubiera varios factores que dieron muy buen resultado en Andrea, que el semestre pasado fue una de las mejores estudiantes del programa”.

Para Navarro, esta clase de métodos se pueden implementar en otras carreras, juzgando por los buenos resultados que le han traído a Andrea. Por ahora el proyecto es expandir la enseñanza con braille a otras asignaturas de música.

“Ha sido todo un descubrimiento y por suerte todavía tenemos cuatro semestres para hacerle más material a Andrea. Eso ha abierto una muy buena alternativa para algunos estudiantes invidentes y ya se ha ‘regado la bola' de que aquí se está haciendo algo por la enseñanza de los estudiantes con discapacidades”, concluyó Navarro.