COLPRENSA | LA PATRIA
Hace un año era común observar las tiendas de Tulcán, en el Ecuador, llenas de compradores colombianos, debido a los bajos precios. Ahora las calles de ciudades como Pasto e Ipiales se ven abarrotadas los fines de semanas de ecuatorianos, que ‘arrasan’ con todo tipo de mercancía que haya en los supermercados, en especial los de cadena.
Ecuador declaró el pasado martes, ‘Zona deprimida’ la provincia de Carchi, fronteriza con Colombia, con lo que su Gobierno busca ayudar a los comerciantes afectados por la depreciación del peso colombiano frente al dólar. "Se ha hecho ya la declaración de zona deprimida, lo cual implica una serie de incentivos, para que en la provincia, específicamente en Tulcán, se desarrollen nuevos emprendimientos", dijo el ministro de Comercio Exterior, Diego Aulestia.
Colombia ha devaluado su moneda en más del 50 % en el último año con respecto a la divisa estadounidense, lo que le ha restado competitividad a los bienes ecuatorianos e implica que para los colombianos comprar en Ecuador sea más costoso, pero que ocurra el fenómeno inverso para quienes llegan del Ecuador. “Tenemos un flujo importante de ecuatorianos viajando a Colombia a realizar compras. Por ende, el comercio en Tulcán se ha visto resentido", explicó el ministro.
¿QUÉ DICEN LOS GREMIOS?
Pese a lo que de entrada se pueda pensar, las autoridades gremiales indicaron que la alta presencia de compradores ecuatorianos no es la panacea, porque en el 2016 las nuevas administraciones locales cobrarían elevados gravámenes a los dueños de los negocios.
En este sentido señalaron que si bien es cierto el aumento del precio del dólar fortaleció las actividades comerciales en los municipios de Pasto e Ipiales, incidirá en el incremento de los impuestos de industria y comercio y desestimulará la generación de nuevas fuentes de empleo.
La directora de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), seccional Nariño, María Eugenia Zarama, manifestó que el incremento del precio del dólar va en doble vía, porque así como los vendedores nariñenses se están beneficiando por la afluencia de compradores ecuatorianos, que cada fin semana llegan entre 9000 y 10.000, no significa que sea el remedio para tan golpea economía regional.
“Sin la presencia de los ecuatorianos en Pasto e Ipiales, la región tuviera un decrecimiento en ventas, porque Nariño no produce, no es una región industrial. Vende los alimentos, prendas de vestir y electrodomésticos, entre otros artículos, que trae de otras regiones o son importados por las empresas de cadena”, expresó.
La funcionaria sostuvo que al importar los artículos se adquieren con el precio del dólar alto y así mismo expresó que los comerciantes los deben vender. “Es decir que el precio se lo terminan trasladando al cliente que es lo más normal”.
Según las cifras, si los comerciantes de Nariño no tuvieran la actual afluencia de compradores ecuatorianos, en la región se hubiera presentado un 50 % de decrecimiento de las ventas, porque los electrodomésticos, vehículos y teléfonos celulares, que no son productos de primera necesidad, son los que más adquieren los ecuatorianos.
En cambio, los aceites, enlatados, harinas, productos de aseo, entre otros productos de la canasta familiar, se han visto afectados con el incremento de los precios, porque se importaban en grandes cantidades del vecino país y muchos llegaban como contrabando. La uva chilena también subió el precio, por ejemplo, en plazas de mercado y supermercados de cadena la libra, que antes estaba en $7000, ahora cuesta $12.000. La manzana por unidad, que hasta inicios de este mes costaba $600, ahora se consigue en $1.200.
Ante esa situación, los nariñenses ya comenzaron a sentir los negativos efectos en la economía familiar, porque muchos hogares se están absteniendo de comprar, “el fenómeno económico generado por el dólar puede llevar a las futuras administraciones gubernamentales de Nariño a aumentar el valor del impuesto de industria y comercio. Eso puede suceder en el 2016 porque al notar la alta presencia de compradores ecuatorianos, las autoridades gubernamentales considerarán que los comerciantes están aumentado su capital”, señaló la directora de Fenalco, quien agregó: “Es oportuno que desde ahora se haga esa aclaración y es importante tener en cuenta que la situación actual no es el remedio a la crisis en Nariño.
Arroz, cebada, harina para coladas, avena, pastas, galletas, aceites, productos de aseo entre otras cosas de procedencia ecuatoriana, han subido de precio en forma considerable. Un bulto de cebada molida para sopas costaba 70 mil pesos, ahora se lo consigue un valor superior a 140. El pollo, los huevos y el maíz son otros productos que en Nariño, aumentaron el precio.
¿QUÉ DICEN LOS COMERCIANTES?
Ricardo Moncayo, comerciante de teléfonos celulares en Pasto, manifestó que el alza del dólar disminuyó la presencia de compradores colombianos. “A diferencia de los clientes ecuatorianos, cuyo número aumentó significativamente en los últimos días, la devaluación del peso provocó en Pasto e Ipiales, la masiva presencia de compradores de la vecina república”. Por eso, no solo en su establecimiento comercial, sino en los del resto de la capital nariñense las ventas aumentaron más del 70 %.
Otro fenómeno que se observa es el aumento de compradores extranjeros en el mercado de El Potrerillo, la más grande centra de abasto de Nariño. Comercializadores del Ecuador llenan camiones y camionetas en las bodegas de productos como guayaba, guanábana, papaya, tomate de carne, granadilla, fresa, maracuyá e incluso naranja, que antes era traída de ese país.
“En este momento el que tiene dólares simplemente llega acá y multiplica por tres el valor en pesos, esa ventaja es tan grande que a los que ofrecen productos les pagan sin pedir rebaja, pero perjudican a los compradores colombianos, porque escasean y se encarecen todos los productos que se llevan para Tulcán”, expresó Maritza Ortega, comerciante.
De otra opinión es el economista y contratista de la gobernación de Nariño Carlos Andrés López, quien no ve problema en que el alza del dólar provoque significativos aumentos en los precios de los alimentos. “En realidad soy optimista de que haya devaluación y no control de la devaluación, porque, si bien es cierto, a corto plazo se van a afectar los ingresos, a largo plazo se aumentará la productividad de la región”.
Expresa que ante el resentimiento de los ingresos, los ciudadanos tendrán pocas oportunidades de comprar, pero a largo plazo el país se volverá más competitivo y dejará a un lado la denominada enfermedad holandesa, dado que éramos exportadores netos de petróleo y nuestra moneda se revaluaba, pero nuestra competitividad en otras áreas disminuía.
El agricultor Ignacio Morales indicó que las actividades en la región se reducirán por los altos precios de los insumos agropecuarios, también por el alto precio del dólar. Además, en la región productiva a lo largo del cordón fronterizo, era muy común utilizar agroquímicos de procedencia ecuatoriana, que llegaban de contrabando. “Ante esa situación los productores nos veremos en la necesidad de aumentar el valor de la papa, zanahoria, alverja, haba y hortalizas que se producen en esta zona”, finalizó.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015