COLPRENSA | LA PATRIA | Bogotá
Tras el asesinado del periodista Luis Carlos Cervantes, en Tarazá (Antioquia), se ha desatado una ola de críticas a las autoridades que desmontaron el pasado mes de julio el esquema de seguridad al comunicador, quien seguía denunciando amenazas contra su integridad.
Cervantes trabajaba como periodista en la radio comunitaria Morena F.M. De esa población antioqueña, y también se desempeñó como corresponsal de TeleAntioquia Noticias hasta agosto de 2013.
Desde el 2012 fue beneficiario del programa de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y contaba con un vehículo y dos escoltas. Sin embargo, luego de la revisión del estudio de riesgo que se hace cada año, desmontaron su esquema, ya que no realizaba su actividad de periodismo de denuncia, según entidades como la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip).
Andrés Villamizar, director de la UNP, aclaró que “todos los esquemas están obligados a revisarse una vez al año para verificar si se sigue necesitando la protección; se hizo en el mes de mayo en el caso de Cervantes y con base a las entrevistas documentadas a autoridades locales, la Personería, la Iglesia Católica y otros periodistas se llegó a la conclusión de que no existía un riesgo derivado de la actividad periodística”.
Según Villamizar, el comité de Evaluación y Recomendación de Medidas que está integrado por autoridades como el Ministerio del Interior, la Presidencia de la República, la Unidad de Víctimas y la Policía Nacional, tomó la decisión del desmonte con base en un análisis de riesgo que arrojó resultado ordinario para Cervantes.
El funcionario hizo hincapié en el significado de la protección en virtud del cargo, que es de la que se encarga este organismo del Estado. “Sólo puede proteger periodistas cuando su riesgo se deriva de su actividad periodística, este es el programa que administra la UNP y así pasa con sindicalistas, defensores de derechos humanos etc.”, afirmó.
La Flip también se pronunció, y según su director, Pedro Vaca, la documentación arrojó que no existía un riesgo por su oficio periodístico, lo cual no quiere decir que no exista la amenaza.
Según el más reciente estudio de riesgo, en los últimos días Cervantes no estaría ejerciendo el periodismo de denuncia o investigación como se estaba diciendo, su labor se centraba en la programación musical.
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