COLPRENSA | LA PATRIA | Bogotá
Ayer se inició el noveno ciclo de negociaciones entre el Gobierno y las Farc en La Habana, en el que se evaluarán las propuestas para un acuerdo definitivo. Sin embargo, este nuevo ciclo funcionará de manera un poco diferente a los ocho anteriores.
Normalmente, los ciclos de negociación duran 11 días, de los cuales nueve son de conversación y dos de descanso. Sin embargo, ayer, al inicio de las negociaciones, cada parte llegó con su listado de propuestas, reunidas después de los ciclos anteriores, y la entregó a su contraparte.
Luego se separaron y cada grupo negociador se dedicará por tres días a discutir los puntos entregados por el otro y se reunirán este sábado para llegar a un acuerdo final sobre el primer punto de la agenda de negociaciones, sobre la política de distribución de tierras en el país.
Durante las declaraciones de la mañana, antes de reunirse para intercambiar propuestas, el integrante de la comisión de las Farc, Jorge Torres Victoria, alias Pablo Catatumbo, anunció ante los medios de comunicación que las dos delegaciones en La Habana “hemos llegado a superar mediante el diálogo los problemas que generaron la confrontación”. Esto indica que un acuerdo sobre el primer punto de la agenda está cerca.
Catatumbo habló sobre “la necesidad de una reforma agraria estructural profunda”, tema que se ha discutido durante las ocho sesiones anteriores de la negociación. Según él, durante las reuniones ya se ven aproximaciones en varios temas que serán explicadas en el futuro cercano, en un comunicado conjunto, que dé certeza a los colombianos “sobre los alcances que hasta ahora arrojan los diálogos”.
Esperan acuerdo
Según él, las Farc tienen confianza de que esta vez sí se llegue a un acuerdo de distribución, restitución y formalización de tierras, acompañado de proyectos que estimulen el desarrollo de la pequeña y mediana propiedad de tierras del campesinado colombiano.
También expresó que esperan que la implementación de las reformas no conduzca “a un escenario de bancarización o de estímulo a un mercado de tierras que derive en despojo legal en beneficio de las trasnacionales o para los latifundistas locales”. Así mismo piensan que se debe evitar “la constante de la titulación de baldíos que solo tenga el propósito de no tocar los intereses de los grandes propietarios”.
Agregó que la comisión negociadora de la guerrilla tiene “la expectativa y el deseo de abordar muy pronto el segundo punto”, para el cual ya se cuentan con propuestas creativas, las cuales se enriquecerán con las iniciativas que lleguen a la mesa desde los foros sobre el tema que se realizaron en Bogotá.
De otra parte. La guerrilla se mostró ayer de acuerdo en acelerar el ritmo del diálogo. "Reasumimos las conversaciones con mayor disposición de avance, con iniciativas dinámicas que, como siempre, apuntan a acelerar el ritmo de trabajo", declaró la guerrilla en un comunicado divulgado al arrancar la nueva ronda de conversaciones.
Al acabar hace 12 días el anterior ciclo, los delegados gubernamentales se quejaron del ritmo "insuficiente" e "inconstante" de las conversaciones: "La opinión pública reclama resultados", advirtió a las Farc el jefe de los negociadores de Santos, el caldense Humberto de La Calle.
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