48 años para el hombre torturó y asesinó a una mujer

Una jueza de Bogotá condenó ayer en la tarde a Javier Velasco a 48 años de cárcel. Este hombre aceptó haber violado, torturado y asesinado a Rosa Elvira Cely en mayo pasado en el Parque Nacional de esa ciudad.

En el recuento del proceso contra el sujeto, quien en la audiencia pidió perdón por sus actos, la juzgadora señaló cada prueba con las que la Fiscalía demostró la culpabilidad del individuo en la muerte de Cely.

Velasco solo aceptó su responsabilidad tras el inicio de la audiencia preparatoria del juicio, con lo cual evitó ir a juicio y consiguió rebajar su pena, razón por la cual fue sentenciado por los delitos de homicidio agravado, tortura y acceso carnal violento.

La juzgadora tuvo en cuenta que él se allanó a cargos, y de la pena inicial de 60 años de cárcel pasó a dictar la de 48. “Es evidente que en el caso de Velasco la aceptación de cargos en la audiencia preparatoria no traduce mayor ahorro de jurisdicción”, señaló la funcionaria al explicar las razones por las cuales no merecía un mayor descuento.

Para la jueza, cuando Velasco “decidió aceptar los cargos ya la Fiscalía había agotado todo su esfuerzo investigativo, recopilando aproximadamente 150 elementos materiales probatorios, lo cual tornaba casi nulas las posibilidades de que el procesado desvirtuara su culpabilidad”.

Luego de conocida la sentencia, la defensa del condenado apeló el monto de la pena y catalogó la determinación como un yerro, pues considera que la rebaja debe ser de una tercera parte, es decir, que le quede una pena de 40 años.

El caso

Fueron claves para demostrar la responsabilidad de Velasco el testimonio de varios compañeros de colegio de Rosa Elvira Cely y de él, y lo que ella alcanzó a contarle al médico que la acompañó camino al hospital luego de que ella misma reportó el ataque en la línea de emergencia 123.

Un estudiante que conocía a Rosa Elvira le contó a una prima de la mujer que él la había visto irse de rumba en compañía de Velasco y otro alumno del colegio Manuela Beltrán, donde estudiaban.

Según el joven, la víctima y los dos sujetos acostumbraban a salir a establecimientos de diversión nocturna y a veces él los acompañaba, pero pese a que esa vez lo invitaron, no aceptó. Rosa Elvira se marchó en una moto junto con Velasco.

De acuerdo a lo que ell le dijo al médico, todo ocurrió luego de tomar algunas cervezas. La mujer relató que un amigo se ofreció a llevarla a la casa, pero lo que hizo fue trasladarla de manera obligada hasta el Parque Nacional, donde la golpeó con un casco de su moto y luego la violó. La víctima en ningún momento pronunció el nombre de su atacante.

Según dijo el ente investigador, el ataque fue salvaje y le produjo numerosos daños al cuerpo de Rosa Elvira. “Presentaba lesiones que comprometían órganos vitales. Fue encontrada desnuda de la cintura para abajo, intentó estrangularla, abusó de ella sexualmente, la cortó con una arma blanca y realizó la técnica de tortura denominada empalamiento, la cual le perforó el recto y le causó serias lesiones en su zona del intestino y ovarios”, señaló la Fiscalía cuando le imputó los cargos a Velasco.

Luego de que la atendieron en el Hospital Santa Clara, y ante las agresiones sufridas, a Rosa Elvira le dieron 80 días de incapacidad, pero una peritonitis terminó con su vida cuatro días después del ataque.

Las pruebas

Durante el allanamiento de las autoridades a la vivienda de Velasco encontraron un reloj de mujer y un cuchillo con sangre de la víctima.

También, una carta escrita para Rosa Elvira en la que Velasco reconocía su participación en la violación, pues en el texto le pide perdón, le pide ayuda de Dios y dice que ella es su "amor eterno".

Estas evidencias, sumadas a que el condenado le manifestó a un joven que lo vio junto a la víctima antes de ir de rumba que “era muy malo, que la misma maldad lo llevaba a cometer otras maldades”, fueron fundamentales en los argumentos de la Fiscalía.

En el Parque Nacional la Policía judicial encontró los zapatos de Rosa Elvira, su pantalón, un esmalte, un collar, cabello y un chaleco amarillo con la placa de una moto de Velasco. Las muestras de fluidos tomadas a dichas pruebas corresponden a su ADN, según lo demostró Medina Legal.

El dato

Javier Velasco es procesado también por el abuso sexual de sus hijas (cargos que aceptó) y la violación de una trabajadora sexual. El hombre se salvó una vez de ir a la cárcel por el homicidio de una fugaz amante al ser declarado inimputable.