Encuentro arquitectónico entre el pasado y el presente

FREDDY ARANGO

LA PATRIA | MANIZALES

Pasear por Manizales siempre asombra a visitantes y propios. La ciudad permite disfrutar de su topografía, encontrar en cada esquina un panorama diferente, un contrastes de edificaciones que parecen sembrarse en las laderas.

Las construcciones tradicionales, a base de guadua y bahareque, las desnudas paredes en esterilla que pintan el panorama y le dan sentido al Paisaje Cultural Cafetero, comparten escenario con los modernos edificios en concreto que se levantan a lo largo de la ciudad y se mezclan con el entorno verde que aún permanece. Un paralelo cultural, que deja ver la esencia de la raza, y que marcan una estética que hacen única a la ciudad de las Puertas Abiertas.

Imponente como si se tratara de una nave espacial aparece en el paisaje el centro comercial Los Fundadores, sobre las casas de guadua del barrio Sierra Morena.

Desde el barrio La Leonora, el panorama es una escala de grises formada por la madera de la casona y el concreto de la nueva edificación.

En firme la guadua se mantiene en pie ante el desafiante y espigado edificio La Calleja, sobre la Avenida Santander entre carreras 47 y 48.

Estilos que comparten sin competir, cada uno luce la grandeza de su época.

Historias que se cruzan, cables que se mezclan, para mantener viva la memoria de la pujanza de mitad del Siglo XX y los inicios del XXI.

Crecimiento en construcción

La actividad constructora redujo su dinámica en el 2012. Sin embargo, la oferta de vivienda y el interés de compra de los manizaleños continúa creciendo. Según (Camacol) Caldas, el área de licencias alcanzó los 243 mil 139 metros cuadrados. El estudio demuestra que la oferta de viviendas creció en el 7 % frente al 2011, con un total de 1.418 unidades, unas 93 más que en el 2011, también evidencia que el interés de los usuarios por comprar casa fue tan alta, que las ventas reales el año pasado alcanzaron las 1.688 unidades.