Esta reinita atigrada (Setophaga tigrina) en La Enea Manizales

Foto | Cortesía Néstor Orozco (@nestor.orozco) | LA PATRIA

Esta reinita atigrada (Setophaga tigrina) ha generado revuelo desde hace una semana entre los avistadores de aves del Eje Cafetero, en su viaje de regreso a Norteamérica llegó a un bosque del barrio La Enea, de Manizales. Un registro poco común, ya que esta especie normalmente en su migración llega hasta Centroamérica y zonas del Caribe.

LA PATRIA | Manizales

A las 3:47 p.m. del viernes, 17 de marzo, tres fotos y este mensaje de Cristian Mauricio Cardona en el grupo de Whatsapp de Aves Caldas generaron revuelo: “ID… ¿será Setophaga tigrina? Barrio La Enea”.

“Hijuemadre”, “qué belleza”, “uff, excelente”, “qué hermosa”, “dónde pa’caer”, “qué registro tan brutal”, fueron algunas de las reacciones de los miembros. Ahí empezó la sensación por esta ave migratoria de Norteamérica que es inusual de observar en Colombia, y que llegó a un bosque en la pista de patinaje del barrio La Enea de Manizales.

En eBird, plataforma de la Universidad de Cornell (EE.UU.) en la que se suben listas de avistamiento de aves a nivel mundial, hay cinco registros en en el país, sin contar San Andrés, de esta reinita atigrada, como es su nombre común: dos en la Sierra Nevada, uno en Antioquia, uno en Risaralda y otro más en Manizales, de hace un año en Palermo.

Foto | Cortesía Felipe Vasco (@pipeaves87) | LA PATRIA

La reinita atigrada normalmente se alimenta de insectos, pero en su migración al trópico modifica la morfología de su lengua para libar el néctar de las flores.

El hallazgo

Felipe Vasco, operador de máquina pesada, fue quien detectó la presencia de la reinita revoloteando entre las flores naranjas de un árbol de chachafruto. “Sucedió de la nada, como pasan las mejores cosas”, expresó.

Él estaba en la pista de patinaje gracias a la insistencia de su hijo Emiliano, de 6 años, quien le pidió que lo llevara a jugar allí. Por la costumbre que adquirió desde hace tres años que observa aves, buscó qué había en los árboles. “Vi unas especies conocidas, me puse a repararlas y había una diferente”.

En ese momento no tenía la cámara y acudió a su amigo Cristian, quien vive a una cuadra de la pista, para que realizara las fotos que luego envió al grupo de WhatsApp.

Foto | Freddy Arango | LA PATRIA

El grupo de observadores que llegaron el miércoles a conocer a la reinita atigrada.

Para compartir

Cristian y Felipe desde ese viernes han sido los anfitriones de los apasionados por las aves que han llegado al encuentro de la reinita atigrada, para sumarla como un lifer o plumazo, como se dice al ver una especie por primera vez; o para lograr la mejor foto.

Foto | Freddy Arango | LA PATRIA

Felipe Vasco y Cristian Mauricio Cardona. 

Ese fue el caso del médico Néstor Orozco, quien al leer el mensaje de WhatsApp salió inmediatamente de su casa en Bosques de la Sierra, se subió al carro y, en medio de un aguacero, llegó a La Enea. “Esperé pacientemente a que escampara y me puse a la tarea, solo logré escucharla y, a las 6:30 p.m., decidí regresar a mi casa, con la firme intención de volver al día siguiente”.

El sábado arribó a las 6:15 a.m., solo pasaron 20 minutos cuando vio a la reinita. “De inmediato avisamos por los grupos y cerca de las 8:00 a.m. ya éramos unos 10 pajareros observando tal rareza”, comentó.

La dinámica se repitió durante la semana, cada día han llegado avistadores de Manizales, otros municipios de Caldas, Pereira y Armenia para maravillarse con la belleza de esta ave de unos 13 cm, amarilla abajo con estrías negras, una mancha anaranjada en la mejilla y un parche blanco en el ala; es inquieta, brinca de rama en rama, retando a los fotógrafos.

“Me pareció hermosa la convocatoria que hizo la tigrina, la cantidad de gente que ha ido a verla, el montón de fotazas que se han sacado y la actitud generosa de Cristian, repartiendo buñuelos con chocolate y proporcionando las coordenadas... fui el domingo y ahí estuvo el hombre apoyándome para verla”, destacó el pensilvanense Bernardo José Jiménez Mejía.

El miércoles a las 3:00 p.m. llegaron desde Pereira David Monroy, Diana López y Juan José Arango. “Estamos sin almorzar. Es un lifer para nosotros… es un súper registro, inesperado para la zona. Está bien bonita, toda colorida, aquí tiene mucha comida”, afirmó Juan José.

“Había que compartirlo con los demás, ni porque esos animales fueran de uno para guardarlos. Sentimos el mismo placer al ver los animales”, apuntó Felipe con alegría de lo que ha logrado con su registro.

Foto | Freddy Arango | LA PATRIA

David Monroy, Diana López, Juan José Arango y Cristian Mauricio Cardona. 

Migraciones

Las migraciones de aves coinciden con el cambio de estaciones, asociado a la variación en la disponibilidad de alimento, hábitat o exposición a clima adverso. Existe la boreal, entre septiembre y abril, en la que es mayor el número de especies que viajan de Norteamérica a Suramérica; y la austral, entre mayo y septiembre, y la realizan aves que viven en el sur y se desplazan al norte del continente.

Registro inusual

Daniel Felipe Aristizábal Salazar, estudiante de último semestre de Biología y miembro del Semillero de Investigación de Ornitología de la U. de Caldas, explicó que lo inusual del registro de la Setophaga tigrina en Manizales es que normalmente sus poblaciones llegan a Centroamérica, como máximo, hasta zonas de la costa caribe colombiana. “Las aves no conocen límites políticos… si bien es una especie que volando puede llegar acá, el grueso de su población prefiere no hacerlo, y se queda en esos otros lugares, por las razones que sean, encuentran más fácil el alimento o porque no tienen el bagaje para volar muchos kilómetros… lo que lo hace atípico, no es que el ave se vea, sino que se observe lejos de su rango normal de distribución”.

Agregó que debido a los efectos del calentamiento global, algo en el ecosistema puede estar variando para que esta especie se aventure a ir más allá en busca de alimento. “Su registro genera más preguntas que respuestas. ¿Será que año tras año va a seguir viniendo la misma especie, será que es un solo individuo o son dos, o cuántos son?”.

Aristizábal Salazar destacó el papel de los observadores de aves para hacerles seguimiento a estas especies y su comportamiento. “Son tantas personas motivadas con el pajareo que ayudan un montón en la ciencia y en la generación de conocimiento”.

Foto | Cortesía Cristian Mauricio Cardona (@cristianavesmanizales) | LA PATRIA

Una hipótesis sobre la presencia de la reinita atigrada macho (Setophaga tigrina) en Manizales es que en La Enea encontró en el árbol de chachafruto una buena fuente de alimento previo a su viaje de regreso a Norteamérica para reproducirse. Ha tenido un comportamiento territorial, ahuyentando a otras especies.

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