La Quebrada Olivares, arrinconada

LA PATRIA | Manizales

Entre yarumos, helechos y bambús, la quebrada Minitas-Olivares desciende por la Reserva Forestal de Río Blanco con tal claridad y pureza que deja ver el fondo.

La carretera que conduce allí va por el filo de la montaña y corre paralela a la quebrada, que en los primeros metros de la zona amortiguadora de la Reserva aún ofrece espectáculo, pese a que en el sector de la hacienda La Aurora el paisaje, producto de la construcción de viviendas, se ve amenazado.

Mientras el agua corre, jóvenes y adultos suben en sus bicicletas y uno que otro asciende a pie hasta la entrada de Río Blanco. Fernando Valencia efectúa este trayecto tres veces a la semana. Dice que, aparte de que es beneficioso para la salud, le permite apreciar la flora y fauna. Al contemplar la transparencia del cauce, lamenta la turbiedad que se verá aguas abajo. "Vivimos en una selva de cemento y el agua que la recorre es pura contaminación".

Amenazas

Desde La Aurora se perciben los primeros cambios bruscos de la Olivares-Minitas. Se dan por cuenta de las inestabilidades de la ladera, las aguas servidas de las fincas de la parte alta y por los mineros que se abren paso para arañar el fondo de la quebrada.

Sus efectos se notan. Hay extensas zonas de playas que los mineros adecúan para depositar el material de río, y el cauce, casi obligado, se recuesta cada vez más hacia la parte baja de La Sultana.

Su tonalidad se opaca. Cuando se junta con la quebrada el Popal, que cruza por los barrios La Cumbre y Minitas, aparece el mal olor, prueba de la pesadez de sus aguas. Así lo expresa Óscar Castaño, quien oficia de arenero desde hacer unos 30 años. "Esto aquí es un mierdero, no solo por las aguas servidas de La Cumbre y Minitas, sino por esa cañería rota que lleva años así".

Se refiere a los vertidos del barrio La Sultana, que igual que los sectores Milán, Avenida Santander, Comuna del Norte, Frigorífico del Centro y barrios aledaños dejan sus desechos al paso de la Olivares.

Fredy Leonardo Franco, docente de la Universidad Nacional y experto en recuperación de ríos, alerta sobre el impacto. "En un sector cercano al Popal, una gran roca por donde no pasa el agua es una muestra del daño que ha hecho la extracción de arena en este sector. Son evidencias de socavación e incisión, que producen riesgo geomorfológico y deslizamientos".

Cambios

Franco advierte que también se producen inundaciones, porque cuando se crece el riachuelo se riega por las llanuras inundables. "Al estar desconectadas la quebrada no tiene para dónde seguir, por eso baja en forma de avalancha, porque el agua queda concentrada en sitio, eso la hace más peligrosa".

El experto reconoce que las obras que hace Aguas de Manizales para alivianar los desniveles de la quebrada son la solución, pero añade que sería mejor quitar la minería, que la socava a ambos lados.

Las invasiones son otra amenaza. Empiezan como casuchas y terminan como vividero. Antonio José Bernal cuenta que desde hace 50 años está en la zona, donde viven por lo menos 20 personas de su familia. "Tenemos agua y luz, pero no alcantarillado. Esto me lo regaló don Mario Vélez en 1976. ¿Que si temo a una avalancha? La última fue en 1983, el agua medio desquició las casas y de miedo, las subimos".

Al llegar a La Toscana, unas bodegas casi a bordo de la quebrada llaman la atención. "No sé si el POT los considera usos incompatibles, para mí, lo son. Esto no debería estar acá", sentencia Franco.

Invasores

Al pasar por la Escuela de Carabineros Alejandro Gutiérrez, la cercanía de lavaderos de autos y más abajo las viviendas de un tramo del barrio La Asunción, denota otra invasión sostenida del espacio de la quebrada.

Este tramo hasta el puente de salida a Neira, según el académico, está constreñido por la ciudad. Añade que la infraestructura vial, viviendas y diversas obras civiles alteran el cauce. En este sector el arroyo recibe los descoles de aguas residuales domésticas, industriales y escorrentías urbanas que le imprimen alto grado de contaminación. Como sucedió con el vertimiento de sangre que en tres ocasiones ha teñido la quebrada y del que aún se desconoce el origen.

Esta complejidad rural y urbana sustenta la necesidad de trazar una estrategia de recuperación. "El trabajo es descontaminarla, sacar los areneros, desalojar los invasores, evitar que continúen las erosiones y depositar las aguas en una planta de tratamiento de aguas residuales. Es la solución", concluye.

La propuesta

En una zona boscosa en el sector de Villa del Río y a orillas de la Olivares-Minitas, el profesor Fredy Leonardo Franco sostiene que un lado de la quebrada podría convertirse en un corredor biológico que una al Ecoparque Los Yarumos a través de la quebrada Vizcaya, con la Olivares.

Para lograrlo, es indispensable sanearla y eliminar los espacios mal ocupados que hay en sus orillas. Cita los lavaderos de carros, los talleres, las oficinas de Aguas de Manizales, el Frigorífico del Centro e incluso, un área que tiene Carabineros y que al conectarlos con el tramo hasta donde comienza la reserva, sería un pasaje ideal para recreación, un parque lineal o ciclovía que se una en La Asunción con unos parques que deben quedar en la zona de inundación.

"Estos bosques hay que dejarlos para que los animales, cuando la quebrada esté limpia, puedan repoblar conectando con los parques y la reserva Río Blanco".

Plan de saneamiento

Alejandro Estrada, gerente de Aguas de Manizales, cuenta que han pensado en reubicar la empresa porque ha crecido en operación y aclara que no es prioritario o que tenga que ver con la Olivares. "Estamos dentro de la cota de inundación de la quebrada y cuando se sube, los parqueaderos se afectan, pero no sucede mucho".

Sostiene que el Colector Quebrada Olivares está dentro del plan de saneamiento de la empresa y que gran parte está instalado. "Una acción popular nos hizo cambiar los recursos hacia el distrito sur, que es el interceptor río Chinchiná, el cual irá a la planta de tratamiento de agua residual". Aguas prioriza la primera fase, entre Maltería, Cámbulos y Villamaría. La siguiente conectará el intersector Quebrada Olivares con esa planta, su construcción aún no está definida.

Sobre la contaminación en el sector, dijo que a veces se incrementan los olores. "No podría determinar de dónde viene".

Prioridad, en la gestión del riesgo

En el Plan de Manejo y Ordenamiento de la Cuenca (Pomca) del río Chinchiná, la quebrada Olivares se prioriza en la gestión del riesgo por factores naturales y de intervención, señala Andrés Felipe Betancourth, director del programa Vivo Cuenca.

Además del incremento de las lluvias, hay factores como las modificaciones en el cauce por obras de infraestructura.

Precisa que el Pomca lo formuló Corpocaldas entre el 2014 y el 2016, y de esa época para acá se han hecho nuevas obras, necesarias, pero afectan a la quebrada. “A la hora de construir una vía o ampliarla, tienen que canalizar las aguas, al hacerlo se pone el mismo volumen en un cauce más estrecho y en una superficie regular, por ejemplo de concreto. Eso incrementa la fuerza con la que pasa el agua”.

En el Plan, según Betancourth, la Olivares también se menciona en la calidad del agua porque recibe los vertimientos de los barrios del norte y centro de la ciudad, desde la Avenida Santander hasta Chipre, con un sistema de alcantarillado que entrega esa agua sin tratar.

A rehabilitarla

Este año, Vivo Cuenca y el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacional, sede Manizales, trabajarán en conjunto en generar acciones para rehabilitar la quebrada Olivares.

Usarán dos trabajos de investigación que realiza la institución y buscarán involucrar a Aguas de Manizales, Emas, universidades, empresas, juntas de acción comunal y ciudadanos para que se involucren en la recuperación de la cuenca de la quebrada y sepan de su importancia para la ciudad.

Esta estrategia la presentarán durante la Semana del agua, entre el 18 y 22 de marzo, precisa Betancourth.

Desde Frigocentro

En la parte trasera de la central de sacrificio de Frigocentro hay un contenedor metálico. Alberga 5 mil litros de la sangre que destilan los bovinos sacrificados: 150 diarios, aproximadamente. "Para nosotros la sangre es un activo, la vendemos a la empresa Prosán, que la procesa para generar subproductos", explica Tatiana Gutiérrez, gerente de la central. Por eso sostiene que no es posible que ellos sean los culpables de la coloración roja que ha presentado en tres ocasiones la quebrada Olivares. Afluente que está a unos 50 o 60 metros de las instalaciones de Frigocentro.

Explica que cuentan con una planta de proceso de aguas residuales con permiso de vertimiento vigente y recalca que Frigocentro lleva treinta años allí y no piensan en traslados, porque cumplen con todas las normas ambientales.

"Tenemos toda la intención de proteger la quebrada, aunque actualmente no adelantemos un proceso directo de cuidado de la misma".

Autoridades ambientales

* Corpocaldas

Uno problema de la quebrada son los vertimientos domésticos, sostiene Juan Carlos Bastidas, profesional especializado de Evaluación y Seguimiento Ambiental de Corpocaldas y añade que según el último reporte del Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos, en la zona hay al rededor de 90 descoles.

Entre las alternativas, propone colectar, a través de un interceptor, para unir esos vertimientos y llevarlos a un solo punto donde se destine el tratamiento.

Otro problema visible, son las construcciones cerca a la corriente. Adriana Martínez, subdirectotra de Evaluación y Seguimiento Ambiental, afirma que Corpocaldas se encarga de fijar las medidas de distancia, pero es la Administración quien las regula por medio de Plan de Ordenamiento Territorial. En el caso de la Olivares es de por lo menos 10 metros: "Este retiro busca que el paso normal del cauce no afecte las actividades que se desarrollan y la gente no se ubique en las zonas de alto riesgo". No obstante, aclara que esta medición no aplica para las construcciones que estuviesen antes de 1974, año que entró a regir esta norma.

* Secretaría de Ambiente

Ricardo Gallo, secretario de Medio Ambiente, explica que desde octubre del 2018 junto con Corpocaldas y Aguas de Manizales adelanta proyectos de recuperación de la Quebrada el Guamo. Esta labor se desarrollará en la Olivares.

Asegura que la próxima semana se adelantarán gestiones con la Unidad de Gestión del Riesgo y la Alcaldía para atender las invasiones que están a la orilla de la quebrada.

* Sin afectación

Paola Andrea Alzate Montes, profesional universitaria encargada del área de minería de subsistencia de la Secretaría del Medio Ambiente, expone que en el sector del Popal sí hay minería de subsistencia, que se entiende como la actividad realizada a cielo abierto para la extracción manual de material de río. Sostiene que la mayoría tiene permiso, pero que otros lo hacen sin autorización.

Sobre los daños, asegura que la última visita a la zona la efectuaron en el 2018 para verificar cuáles son las condiciones en las que está la quebrada, quiénes laboran allí y qué cantidad de material se extrae. "La idea no es afectar el cauce. Por ahora no hay afectación ambiental", informa.

Jaime Vásquez, arenero desde hace 40 años

El problema de la quebrada es la falta de voluntad de la Administración. Son tan conchudos que traen turistas a mostrar esto tan horrible. Vivo junto al río, el zancudero y el olor cuando hace calor son horribles.

Claudia Gallego, docente

Hay épocas en que se levantan olores desagradables. La forma de cuidar la quebrada es no tirarle basura, también deben buscar la forma de ponerle filtros para que el agua baje más limpia. Nunca he visto que hagan nada por esa quebrada.

José Bedoya, administrador del lavadero Los Sauces

La contaminación es del matadero. Salen unos olores horribles, sobretodo, cuando llueve. Además, los del Frigocentro tiran sangre a la quebrada. Los de los lavaderos recogemos basuras y limpiamos las canaletas.

Yolanda Sánchez, ama de casa (La Asunción)

Los que vivimos al lado de la quebrada tememos cuando llueve. Además, es muy contaminada por los irresponsables que tiran desechos. Hace poco vi algo rojo en la parte de Confa. Los olores son impresionantes. Lo que hacemos los de este sector para mitigar el daño es estar pendientes de los que tiran basuras.