ISABEL VALLEJO JIMÉNEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Incertidumbre. Esa es la sensación de los expertos y areneros con respecto al cambio climático. "Es un problema mundial y va asociado a un aumento de temperatura por una mayor concentración de dióxido de carbono en la atmósfera", explicó Jhon Jairo Chisco, director (e) de Corpocaldas.
Las consecuencias: reducción en las lluvias y los embalses; disminución del caudal para la realización de actividades agropecuarias, y evaporación del agua de los ríos.
En el caso de la cuenca del río Chinchiná, principal abastecedora del acueducto y del recurso energético en Manizales, hay una baja del 7% en su caudal. Porcentaje que no alarma a Juan David Arango, gerente de Aguas de Manizales, pues en la ciudad hay sobreoferta del líquido con 6 mil litros por segundo frente a un promedio de mil 200.
"La variabilidad climática siempre ha existido y esto nos ha llevado a tocar el tema de conservación del recurso hídrico. Así que de llegar a extremos tenemos un plan B, que tiene que ver con la oferta que ofrece la reserva Río Blanco. Lo que pasa es que es difícil predecir qué ocurrirá con el clima. Aún no se piensa en racionamientos", indicó.
Asímismo, Jhon Jairo Granada, gerente de la Chec, explicó que, hasta ahora, las altas temperaturas no afectan la prestación del servicio de energía. "Nosotros hacemos monitoreos a través de las estaciones hidrometereológicas y no hay nada de qué preocuparse. Sí hay una baja en el nivel del agua, pero es normal. De tener problemas con este afluente, contamos con una central térmica que funciona con gas o combustible líquido".
La otra cara
Sin embargo, el arenero Rodrigo Villa sí dice sentir afectado su oficio debido a la sequía de la cuenca. "Tanto calor la tiene seca, no hay forma de lavar el material ni tampoco hay fluido que lo arrastre. Los aguaceros que caen no alcanzan a dar el caudal", dice, mientras José Ángel, Hernán y José, compañeros de trabajo, asienten a su testimonio con leves movimientos de cabeza.
Ellos trabajan en el sector El Ceibo (Chinchiná), el mismo lugar que en invierno los llena de materia prima y ganancias. "Lo único favorable del calor es que la arena se vende más costosa, pero es más difícil obtenerla", agregó Rodrigo con su pies descalzos y empantanados, bermuda, camiseta y una gorra que apenas lo cubre de las fuertes temperaturas, que por esta época pueden superar los 23 grados frente a una media de 19.
Para Andrés Felipe Betancourt, coordinador del proyecto Pactos por la cuenca del río Chinchiná, tanto las fuertes temperaturas como las lluvias son necesarias para los afluentes. "Lo que pasa es que hay una incertidumbre terrible, porque no sabemos cómo se comportarán los vientos y qué puede pasar con todas las personas que están a sus alrededores. El Ideam hace pronósticos, pero pueden fallar, y finalmente estos no nos permiten identificar las medidas preventivas que hay que tomar. El caudal del Chinchiná no presenta una baja representativa, pero trabajamos para hacer más investigaciones, realizar modelos locales más precisos y desarrollar acciones de mitigación, pues sabemos la importancia de esta oferta hídrica", indicó.
Es un fenómeno mundial
Michel Jarraud, secretario de la Organización Mundial de Meteorología, aseguró el pasado 31 de marzo, en Yokohama (Japón), en la presentación del V Informe mundial sobre el calentamiento global: "Ya no hay ninguna duda de que el clima está cambiando y que el 95% de este cambio se debe a las actividades humanas”.
Conclusión general a la que también llegaron los consultados, pues no desconocen que Colombia y el mundo hoy padecen sequías e incendios, como los ocurridos en Filipinas con el tifón Haiyan, que produjo la muerte de cerca de 10 mil personas; la fuerte nevada en Siria, Jordania e Israel; las inundaciones en Europa y el caluroso año de Australia. Sumado a la tragedia ambiental del departamento del Casanare, en la que murieron por lo menos 20 mil animales, entre chigüiros, ganado, lapas y babillas.
Es el momento para ir más allá de la ola de calor que aún no refleja un aumento significativo frente a la regular, y mejor preocuparse por tomar medidas preventivas que permitan la conservación de la cuenca, que más que afectada por el sol o la lluvia, lo está por las malas prácticas de demanda en uso doméstico, pecuario, manufacturero, acuícola, agrícola y energético. Sin dejar de lado la contaminación.
Datos*
- La cuenca del río Chinchiná está localizada en la región Centro-sur del departamento de Caldas, sobre la vertiente occidental de la cordillera Central; pertenece a la zona Hidrográfica Magdalena-Cauca y es el afluente más importante del río Cauca por su margen derecha. La extensión de la cuenca corresponde al 14% del área total del departamento de Caldas.
- Las cinco microcuencas con mayor extensión son: río Molinos, río Blanco, quebrada Olivares, Nereidas y el Rosario. Las de menor área corresponden a las quebradas La Monina, Versalles y La Zulia.
- Se construyó una base de datos que registró 643 especies de aves, de las cuales 34 poseen algún grado de amenaza.
- El incremento de nuevas plantaciones forestales para aprovechamiento comercial, ha empezado a generar un desierto que conlleva a la pérdida de microhábitats vitales para el establecimiento de la biodiversidad.
- Se constituye como un territorio rico en especies representativas de nuestro territorio. Tiene temperaturas que varían desde los 3.882 m.s.n.m. hasta los 872.
* Tomado del Plan de Ordenación y manejo ambiental de la cuenca hidrográfica del río Chinchiná de Caldas - Pomca.
Tenga en cuenta
La concentración de gases de dióxido de carbono en la atmósfera generan un efecto invernadero, que hace que la superficie de la tierra al recibir los rayos de sol, no los refleje sino que los retiene. Esto hace que la temperatura aumente.
ACTUALIDAD
Preparación, prevención
"Entre abril y junio se presentó una alarma global por la llegada del Fenómeno del Niño. Esto amenazaba sequía y más baja en el caudal. Sin embargo, no se dio y el pronóstico de la ola de calor está para enero del 2015. Hay que dejar claro que como es un fenómeno global no podemos incidir en él, así que desde hace dos años nos preparamos con estrategias de prevención para una fuerte sequía. Hasta la fecha se han adquirido 1.800 hectáreas de la parte alta del páramo de la Cuenca para que las lluvias sean retenidas y provean de agua cuando haya desabastecimiento. Esta cobertura forestal mantiene la humedad en el suelo y permite que el agua salga de manera lenta. Todo el tiempo hay capacitaciones con la comunidad e institución para buscar el mejor estado de bienestar de la Cuenca del río Chinchiná".
Andrés Felipe Betancourth, coordinador del proyecto Pactos por la cuenca del río Chinchiná.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015