Un toque que no queda: recorrido nocturno

Fotos/Freddy Arango/LA PATRIA Everardo Mendoza lleva 28 años vigilando el comercio de la carrera 22 y por la pandemia se redujeron sus ingresos. “Algunos almacenes me pagan $50 mil quincenales y me bajaron a la mitad”.

Domingo, Abril 18, 2021

Las restricciones de movilidad por la noche, como medida de contención de contagios de covid-19, tiene sus infractores. Calles y carreras.

Freddy Arango

LA PATRIA | MANIZALES

En un recorrido durante una noche de toque de queda, entre 10:00 p.m. y 12:00 m., se ven por las calles vendedores de tintos y de dulces, y los vigilantes, quienes dan fe que la Policía no aparece ni para un remedio, mientras ven pasar borrachos y grupos de personas en el Centro Histórico.

“El sábado se vio mucha gente de noche, a pesar de que había empezado el toque de queda, la Policía pasa al pie de la gente y no les dice nada, a las 3:00 a.m. se encontraban tres borrachos en la Plaza de Bolívar. Aquí en un segundo piso funciona un sitio clandestino, en seguida del edificio del BCH, durante este toque de queda funciona igual”, comentan habitantes del sector.

Un vigilante de la zona bancaria de la carrera 22 dice: “Ayer le hicieron comparendo a cuatro personas estaban de malas porque la Policía va y viene y no dice nada. El pasado viernes, a las 12:00 m., 11 personas pasaron por la carrera 22, incluyendo niños, y no pasó nada. ¿Para qué un toque de queda así?”.

Cielo Enith López Vélez suele trabajar de 8:00 p.m. a 1:00 a.m. vendiéndole tintos a los vigilantes del Palacio Nacional y de edificios sobre la carrera 23. Ahora solo lo hace hasta las 11:00 p.m., a pesar de la medida de restricción. Esto no le alcanza para vender ni el 60% de lo que hacía antes.

En la Zona G de Milán lo único que se ve a media noche es el barranquillo que parece no querer volar por el mugre y abandono de la pila que está a sus pies.