Tutela evitó el desalojo de sociedad protectora de animales

LA PATRIA | MANIZALES

“No me dejan objetar, pido que me muestren documentos del predio y no lo hacen”, narró María Victoria Gutiérrez Castaño la forma como la Alcaldía trató de desalojar la sede de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas Tropicales (Spapro).

Ella se encarga de cuidar 28 perros y 16 gatos recuperados de la calle y llevados a Spapro, que ocupan una edificación en el barrio Granjas y Viviendas (contiguo a la iglesia Niño Jesús de Praga) que se pelean tres propietarios: Spapro, que dice tener carta de posesión; Jaime Osorio, quien llegó ayer a la diligencia afirmando que es el dueño y tiene como demostrarlo, y la Gobernación de Caldas, que acudió y mostró fichas catastral e inmobiliaria como propietaria.

El Departamento reclamó el predio para trasladar allí los talleres de Caldas. A las 9:32 a.m. el inspector segundo de Policía, Gustavo García, ordenó a un cerrajero abrir el candado que aseguraba el albergue, mientras funcionarios del Grupo de Atención y Rescate Animal (GARA) sacaron 12 perros enlazados y los montaron en un camión. Los últimos en hacerlo fueron Rocky y Negro, que huyeron asustados por no saber lo que estaba pasando.

También salió Jesús Édgar Ortiz García, presidente de Spapro, quien dijo: “Me parece el colmo que el alcalde en vez de apoyar una política de protección animal la esté atacando”, mientras caminaba con Mono, otro perro, en sus brazos.

No obstante, el desalojo, que parecía terminar con los caninos vía al Albergue Animal Municipal y la evacuación del predio, fue suspendido por el Juzgado Séptimo Penal Municipal mientras se aclara quién es el titular o propietario. Los 12 perros fueron devueltos a los patios de Spapro.