Otro sinsabor les quedó ayer a habitantes del barrio San Joaquín que fueron evacuados el año pasado por problemas con aguas subterráneas.
Pese a las tres horas que le dedicó el Concejo Municipal a tratar el asunto, las respuestas de las autoridades fueron insuficientes ante las inquietudes de concejales y afectados, quienes afrontan una nueva incertidumbre por el anuncio que la OMPAD les hizo la semana pasada de que habría que demoler por lo menos siete viviendas.
"Falta compromiso de la administración, incluyendo la anterior", afirmó el concejal José Octavio Cardona, de la U. "¿Será que por la acción popular que hay en curso se aplicarán las medidas definitivas, sin que antes actúe la Alcaldía?", cuestionó Francisco Javier González, del Partido Verde.
El diagnóstico está claro, pero no las obras, que dependen de otro estudio que contrataron Aguas y la Chec (ver recuadro Lo que ha pasado), como tampoco de dónde se financiarán. "Para solucionar este problema no tenemos los recursos", admitió David Fernando Arias, jefe de la OMPAD, aunque aseguró que gestionará con Aguas de Manizales.
Al deterioro estructural de las viviendas, según algunos propietarios por la misma excavación que hizo Aguas, se sumó el desmantelamiento de puertas, ventanas y sanitarios. Preocupa aún más la demolición de algunas viviendas.
"Mi casa vale unos $120 millones, es el avalúo comercial, pero si la compra el Municipio sería con base en el avalúo catastral, por unos $50 millones. ¿Quién compensa la diferencia?", cuestionó Rosa Alejandra Mejía.
Ella agregó que tampoco se tienen en cuenta los perjuicios morales. "Mi mamá ha estado dos veces en el psiquiátrico (Hospital San Juan de Dios). Se gastó las cesantías y los ahorros de toda su vida en esa casa", aseguró.
El jefe de la OMPAD dijo que en un mes se determinará si serán siete o más casas para demoler y cómo se pagarían. "Si un ciudadano cancela un impuesto con base en un valor, en este caso el avalúo catastral para el Predial, el Estado no puede reconocer un pago por encima de eso", dijo.
Para Juan David Arango, gerente de Aguas, un mes es demasiado tiempo para definir eso. "Máximo en 15 días", enfatizó. Planteó que una posibilidad para pagar las casas sería a través de pólizas de seguro, una del contrato de la excavación y otra de la empresa por daños a terceros. "Esta última podría tambalear porque en últimas la causa del problema no fue de nuestras redes, sino de un sistema antiguo", admitió.
En febrero del 2011 Aguas de Manizales empezó a excavar en la calle 25 entre carreras 27 y 28, dos cuadras abajo del templo del barrio San Joaquín, donde afloraron aguas en la vía; en septiembre fueron evacuadas nueve viviendas, y luego otras cuatro (entre las carreras 27A y 28), y en abril pasado, en Marmato, cedió parte del pavimento junto a una subestación de la Chec (carrera 28 con calle 27).
Un estudio de una firma bogotana confirmó que la causa de las cárcavas era la filtración de aguas subterráneas por el colapso de tuberías antiguas.
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